Pérdida auditiva: síntomas y prevención

La pérdida de la audición es uno de los problemas más frecuentes por el que asisten las personas al médico. Consiste en una patología que aqueja a los niños, jóvenes, adultos y personas mayores por diversas causas.

Se estima que más de 360 millones de personas sufren alguna patología auditiva, que incluye a uno de cada tres adultos mayores de 65 años, así como a una de cada ocho personas menores de 64 años. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud promueve apropiados métodos de prevención y tratamientos para los problemas de audición.

Para evitar y tratar los problemas auditivos es necesario acudir a un audiólogo que acompañe durante todo el proceso. Una opción son los centros auditivos Claso, solucionan la pérdida auditiva con equipos médicos de vanguardia. Resulta ideal para manejar a tiempo cualquier patología y minimizar los efectos secundarios que afectan el aspecto emocional, psicológico, físico y social.

¿Cuáles son los síntomas de las dificultades auditivas?

La detección temprana de un problema auditivo es fundamental para que no se avance hacia un estado evolutivo de la enfermedad. Hay que comprender las causas de la dificultad auditiva, tales como factores congénitos o adquiridos.

En el caso de una razón congénita, se debe manejar a tiempo para fomentar el desarrollo de los sentidos de la manera adecuada. También se debe asistir a un audiólogo que evalúe las causas adquiridas y atienda el problema con eficacia. En ambos casos los síntomas son los siguientes:

• Dificultades para entender lo que dicen otras personas.
• Incongruencias al momento de responder a los sonidos.
• Tinnitus, zumbidos o pitidos.
• Oír bien solo al escuchar sonidos muy altos.
• Pedir que se repitan las palabras con frecuencia.
• Mareos, vértigos, dolores de cabeza y de garganta.

Cuando se presentan varios de los síntomas mencionados lo recomendable es visitar al audiólogo para realizar las evaluaciones médicas correspondientes. Al diagnosticar el problema, se esperan soluciones óptimas que regulen la audición.

Los hábitos afectan al oído

El oído debe cuidarse a diario, ya que se puede sufrir consecuencias irreversibles como la pérdida de la audición en su totalidad, si se tienen malos hábitos. Para prevenir un problema en la audición lo mejor es evitar los ruidos demasiados altos que perjudican el funcionamiento del oído. El uso frecuente de auriculares y cascos, por ejemplo, trae serios problemas auditivos en un elevado porcentaje de jóvenes debido al ruido excesivo tan cercano.Por su parte, los audiólogos son profesionales que evalúan, previenen y manejan las pérdidas auditivas, mientras prescriben equipos de amplificación y rehabilitación aural. Ellos pueden determinar la causa de una afección, que en ocasiones se puede deber a hábitos que hacemos sin saber que son perjudiciales. Al momento de tener sospechas de malestares auditivos, es importante acudir para hacer una evaluación y eliminar los comportamientos que nos hacen daño.