Perdida (Gillian Flynn)

Datos técnicosTítulo: Perdida (Gone girl)Autor: Gillian FlynnEditorial: Random House MondadoriPrimera edición: Marzo de 2.013
SinopsisEn un cálido día de verano Amy y Nick se disponen a celebrar su aniversario de bodas en Misouri. Como cada año, Nick espera hasta el último minuto para comprarle el regalo a Amy. No obstante, no va a hacer falta, puesto que Amy desaparece esa misma mañana sin dejar rastro. En el salón de su casa aparecen claras muestras de un forcejeo y la policía se pone a investigar de inmediato. Enseguida quedan desconcertados por la actitud de Nick: tan sereno que parece no importarle la desaparición de su mujer. Inevitablemente, pues, las sospechan recaen sobre él, pese a que mantiene su inocencia.
AutorGillian Flynn, nacida en 1971 en Kansas City, (Missouri), escritora estadounidense y ex crítica de televisión para Entertainment Weekly, ya había publicado otras dos novelas antes de que Perdida se convirtiese en un éxito de crítica y ventas. La primera, Heridas abiertas, fue finalista del premio Edgar de novela negra y fue galardonada con el premio Fleming Steel Dagger 2.007 al mejor thriller.La segunda, La llamada del Kill Club, fue elegida libro favorito del año por los reseñistas del New Yorker, mejor lectura del verano según la revista Weekend Today, mejor libro de 2.009 según el Publishers Weekly y mejor novela según el Chicago Tribune. Las novelas de Flynn han sido publicadas en veintiocho países.Perdida es su nueva novela. 
ArgumentoEl día del quinto aniversario de boda de Nick y Amy, cuando él llega a casa descubre que su mujer ha desaparecido y que el salón está revuelto.El primer sospechoso es él; además, no parece estar muy preocupado porque Amy haya desaparecido.¿Qué ha sucedido en casa de los Dunne?.

• A mi esposa le encantaban los juegos, principalmente los juegos mentales, pero también los de verdad, los divertidos, y para nuestro aniversario siempre organizaba elaboradas cazas del tesoro en las que cada pista indicaba el escondite de la siguiente, y así sucesivas veces hasta llegar al final, que era mi regalo. Era lo mismo que hacía su padre por su madre en cada uno de sus aniversarios, y no se crean que no soy consciente del intercambio de papeles, que no pillo la indirecta. Pero yo no me crié en casa de Amy, me crié en la mía, y el último regalo que le hizo mi padre a mi madre fue una plancha que dejó sobre la encimera de la cocina. Sin envolver.
• Mientras bajaba corriendo las escaleras, alcancé a ver a Carl todavía enmarcado por la puerta abierta, observando con las manos en las caderas. Entré bruscamente en la sala de estar y me detuve en seco. La alfombra resplandecía con pedazos de cristal. La mesita del café estaba destrozada, las rinconeras caídas y los libros desparramados por el suelo como en un truco de naipes. Incluso la pesada y antigua otomana estaba volcada, alzando sus cuatro diminutas patas hacia el techo como un animal muerto. En mitad de todo aquel desorden destacaban un par de tijeras bien afiladas. -¡Amy!.
• Si la policía hablaba con cualquiera que me conociese, rápidamente descubrirían que raras veces iba a la playa y que nunca me llevaba un café para disfrutar de la mañana. Tengo la piel blanca típica de un irlandés y poca tolerancia para perder el tiempo mirándome el ombligo: playero no soy. Si se lo dije a la policía fue porque había sido la propia Amy quien me había sugerido aquel lugar en el que podría estar a solas y admirar el río que tanto amaba y ponderar nuestra vida en común. Me lo había dicho aquella misma mañana, después de comernos sus crepes. Se inclinó sobre la mesa y dijo: «Sé que estamos pasando un bache. Todavía te quiero mucho, Nick, y sé que tengo que mejorar en muchas cosas. Quiero ser una buena esposa para ti y quiero que seas mi marido y que seas feliz. Pero tú debes decidir qué es lo que deseas».

Opinión personalEstaba deseando que llegase el 21 de Marzo para comprar en el iBookstore este libro, porque ya me había leído la muestra y me había quedado con la miel en los labios.Pero, como siempre pasa cuando se tienen tantas ganas de algo y las expectativas son tan altas, el libro termina decepcionando de alguna manera u otra. En mi caso, me costó llegar a la página 620 de la novela (que tiene poco más de 1.400) para que me enganchase completamente, porque ahí la autora da un giro de 180º a la historia y nos absorbe. Hasta entonces me había parecido simplemente pasable. No os asustéis, que no es tan tocho: cuando lees con el iPad en apaisado, hay muchísimas más páginas de las que realmente son.Quería hacer también un llamamiento a las editoriales (a todas): no me parece ni medianamente bien, por no decir que me parece fatal, que el libro, en digital, haya subido tanto de precio en apenas una semana. Hubo una oferta de lanzamiento (¡¿7 euros son una oferta?!) y ahora cuesta lo mismo que un libro de bolsillo. No sé donde vamos a llegar en este país; bueno sí: a que no podamos permitirnos leer; entre lo que cuestan las matrículas de la universidad y la lectura, en unos años, no muchos, las generaciones futuras serán analfabetos funcionales. Vergonzoso no, lo siguiente.Ambientada en North Carthage (Missouri) en 2.012, la novela está estructurada en tres partes, que podrían corresponderse exactamente con el planteamiento, el nudo y el desenlace (Chico pierde chica, Chico conoce chica y Chico recupera chica (o viceversa), que se dividen, a su vez, en capítulos títulados con su respectiva fecha (que no es tal, pero que nos orienta para saber cuántos días han pasado desde la desaparición de Amy).Escrita en primera persona, con narradores protagonistas (desde el punto de vista de Nick y desde el de Amy), por lo que conocemos los pensamientos más íntimos de los dos, siguiendo un orden cronológico lineal en la estructura externa (que dura aproximadamente diez meses), pero discontinuo en la interna (que abarca un período de años, con constantes saltos espacio-temporales, gracias a los cuales somos conocedores de la historia de Amy y Nick durante toda su vida), el estilo es directo y natural, una pluma afilada con la que radiografía y disecciona profundamente la vida de un matrimonio.La trama está muy bien enlazada, uniendo con facilidad los capítulos escritos por cada uno de los protagonistas, con un ritmo que va aumentando progresivamente, a la vez que lo hace la tensión, que se basa en un juego psicológico de verdades y mentiras, porque llega un momento que no sabemos quién es el bueno ni quién es el malo, quién está utilizando a quién, quién tiene razón y quién no la tiene, ni de parte de quién nos posicionamos; además, la autora maneja con pericia los giros argumentales y la intriga, manteniéndonos en vilo durante todas sus páginas.Los personajes son lo mejor de la novela y están perfectamente construidos. Porque aunque Perdida se venda como un thriller, que lo es, pienso que es más una novela de personas. Nick Dunne es un periodista que se queda sin trabajo en Nueva York; al enfermar su madre de cáncer, decide trasladarse a su pueblo natal, para ayudar a su hermana melliza Go a cuidar de ella. Amy es hija de dos escritores de bestsellers, acostumbrada a tenerlo todo desde pequeña; se dedica a hacer test para revistas, hasta que se queda sin trabajo. Su matrimonio es idílico, pero ¿lo es realmente?. Los ambientes y espacios muy bien logrados, con unas atmósferas opresivas, agobiantes y angustiosas: las "cazas del tesoro", la vida de un matrimonio vista desde el punto de vista de cada uno de los integrantes de la pareja, el poder de los medios de comunicación, los juicios mediáticos y paralelos, nada escapa a la aguda pluma de Gillian Flynn.El desenlace es psicológicamente brutal e impensable. Tal y como se va desarrollando el argumento, es el único posible, aunque a mí, como Montse, no me ha gustado nada, hubiese preferido otro; como lectora he de reconocer que es genial y que me ha dejado con la boca abierta y con ganas de tirar el iPad por la ventana (últimamente me pasa mucho, no sé si os habéis quedado con ese detalle).Una novela altamente recomendable, con la que lo que por un lado vais a disfrutar muchísimo, pero, por otro, lo vais a pasar realmente mal, porque al involucraros en la pareja terminareis desesperados. 
Valoración: 9
Leído el 28 de Marzo de 2.013

Montse Martín