Perdona si te llamo amor (Federico Moccia, 2.008)

Perdona si te llamo amor (Federico Moccia, 2.008)

Ficha:

Título Original: Scusa ma ti chiamo amore.
Director: Federico Moccia.
Guionistas: Chiara Barzini, Luca Infascelli, Federico Moccia.
Intérpretes: Raoul Bova, Michela Quattrociocche, Luca Angeletti, Francesca Antonelli, Francesco Apolloni, Michelle Carpente, Fabrizio Bucci, Veronika Logan.
Productores: Vittorio Cecchi Gori, Ritta Rusic.
Fotografía: Marcello Montarsi.
Música: Claudio Guidetti.
Montaje: Patrizio Marone.
Nacionalidad: Italia.
Año: 2.008.
Duración: 113 minutos.
Edad: 7 años.
Género: Comedia, Romántica.
Distribuidora: Savor Ediciones, S. A.
Estreno: 30-04-2.010.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 189.870.
Recaudación: 1.152.817,51 €.
Calificación: 5,908.

Sinopsis:

El amor verdadero irrumpe como un huracán en la vida de Alex, un publicista de éxito, serio y guapo, cuando menos se lo espera. A sus casi cuarenta años, conduciendo hacia el trabajo por la mañana, se topa en un cruce con Niki, que va hacia el instituto en su moto. Tras ese encuentro, el mundo tranquilo y rutinario de Alex se pone patas arriba de repente. Niki, con toda su alegría inocente y su extraordinaria sabiduría para alguien de diecisiete años, entra en su vida llevándose sus viejas verdades, sus ideas fijas, sus grises costumbres e incluso la tristeza de haber sido dejado de repente por la mujer con la que llevaba años. Aun así, descubrir algo no significa aceptarlo. Por lo menos no para Alex. Pese a la ternura y la confianza en su amor y su amante, la promesa de una felicidad asegurada y el simple hecho de que Niki le ha enseñado a reír como nunca antes lo había hecho, Alex vuelve a su vida ‘sensata’ con su antigua pareja. Mientras, Niki estudia para los exámenes finales y cumple los dieciocho esperando en secreto a Alex. En su corazón sigue soñando. En su sueño, Alex encontrará el valor para, por primera vez en su vida, aceptar y creer en el amor verdadero.

Comentario:

El escritor Federico Moccia da el salto a la dirección cinematográfica con esta comedia romántica, basada en su propia novela, que sigue la estela de éxitos italianos recientes como “Manuale d’amore”, “Ex” o “Háblame de amor”. Abordando el mundo de la pareja con un tono desenfadado y pícaro, Moccia ha sabido conectar con la juventud de su país. En el film, Alex (Raoul Bova), un publicista cercano a los 40 años, conoce accidentalmente a Niki (Michela Quattrociocche), de sólo 17 años… El explosivo cóctel está servido.

Crítica:

03-05-2.010 – JOSU EGUREN

Audiolibro ilustrado

La calidad del cine latino anda por los suelos, pero al menos los italianos saben a qué juegan. Le han cogido la onda a facturar superéxitos de autoconsumo, sin arrugarse lo más mínimo ante la crítica, catenaccio y patadón a la grada. Lo importante es ganar como sea y en ese arte, Federico Moccia es un maestro, tan ‘amarrategui’ como su tocayo Lippi y tan popular entre las amas de casa italianas como Berlusconi. El autor de “Scusa ma ti chiamo amore” se adapta a sí mismo, pluriempleándose tras la cámara, aunque lo haga sabiendo que la película se dirigirá sola. No hay misterio en el debut de Moccia, se trataba de poner en imágenes su propia novela, sin saltarse una coma, palabra por palabra, sólo le falta el prólogo y la contraportada. Él es el padre espiritual de todos los manuales de amor que conocemos, y como tal, se merece la oportunidad de engordar el suyo en el celuloide, aunque el argumento sea hijo bastardo de las ficciones televisivas a las que retroalimenta. Si la televisión ha causado tantos estragos en el cine no es porque le haya robado espectadores, sino por la tenacidad con la que ha corrompido nuestra forma de leer imágenes. El esqueleto dramático del 90% de las películas italianas se articula pensando en las pausas publicitarias; un mínimo de cinco cortes por película obliga a que los guionistas alteren la secuencia lógica de planteamiento, nudo y desenlace. Los conflictos y personajes en la sección intermedia del metraje se multiplican para tratar de zarandear al público después de cada pausa. Esta maniobra que en un pase en pequeño formato tiene mucho sentido, en una sala de cine resulta exasperante. Prueben a hacer una cura de desintoxicación catódica durante un par de meses y sufrirán con la voz en off que Moccia utiliza para puntuar cada secuencia. La consigna es que al espectador le quede todo bien claro, que no se pierda, utilizar la cámara para ilustrar el audiolibro rosa y confiar en que la historieta romántica nos enamore aunque tenga el mismo sabor y textura que otras que hemos probado cientos de veces.