Peregrino en Roma, comer es ya una penitencia

En estos tiempos decir que fui a Roma de peregrino suena un poquito exagerado, seria mejor decir que fuicomo turista, aunque dormi en un seminario, visite muchos Templos, camine a montones, estuve el Vaticano, me maraville con lo viva y saludable que esta la Iglesia Catolica, solo me senti de penitente en los Restaurantes.

La oferta gastronomica de Roma esta diseñada para exprimir al visitante, como toda empresa humana, los Restaurantes mejor situados son en los que peor se come, la explicación es muy sencilla, no tienen necesidad de esforzarce, el publico fluye a montones e incesantemente y comen allí solo una vez en su vida y no se les vuelve a ver,lo unico que importa es sacarles el dinero, para eso estan, es capitalismo puro y salvaje, por eso sostengo comer en Roma es ya una penitencia y tomar el vino de la casa es una tortura mas refinada.

Gracias a Dios hay excepciones, Castroni Caffe - via Ottaviano, es un Delikatessen atiborrado de cosas de comer del piso al techo, me tome por asi decirlo uno de los mejores café con crema que recuerde, fue una experiencia unica, gracias Roma !!!!!