Periodicidad, esa extraña costumbre.

Hola, se que mis letras no son dignas de vuestros ojos, pero a mi favor ( y en realidad no me estoy justificando) tengo que decir que no doy para más. No puedor.
El otro día estuve en la librería del corte bangladesh y casi me corro con algunos ejemplares. Por un momento imaginé que, algún día, yo podría tener el privilegio de aparecer aunque sea en la sección de esoterismo y me acordé de que soy un fiasco hasta con mi puto blog. Mi dejadez llega hasta el punto de que Chávez ya hace más de un año que se murió y ni siquiera he pasado por aquí para celebrarlo. He calculado el tiempo  en bebés, y a estas alturas podría haberme quedado embarazada dos veces seguidas, una por gol y la otra en cuarentena.
Han pasado muchas cosas desde entonces, pero ahora mismo no puedo ni respirar. Una persona que dice quererme con toda su alma tuvo la maravillosa idea de descender un barranco y llevarme a mi "para que lo pasáramos muy bien", y hoy estoy en ese punto en el que tengo que pedirle permiso a mi cerebro para ver si es posible mover uno de los brazos, o una de mis piernas. Si llego a saber la magnitud de descenso ( no había caminitos, había que saltar de piedra en piedra) no iba ni por asomo, pero como ninguno de nosotros sabía a lo que nos estábamos enfrentando, lo hicimos sin más. Me caí de culo dos veces, una de las cuales estoy considerándola como mi primera vez, y se nos acabó el suministro de agua una hora antes de llegar a la playa, que era el final del trayecto. Por suerte ya se lo que se siente, así que no volveré a pasar por allí hasta mi próxima vida, y en vez de hacer esas cosas me quedaré por aquí, que es mi sitio. 
Solo puedo decir que lo siento, y que no volverá a ocurrir.