
No se trata, claro que no, de esconder que el centro de Roma se convirtió en un campo de batalla durante horas. Pero meter en el mismo saco e incidir en relacionar a los indignados con esa abominable violencia es una torpe maniobra que en nada empequeñece el éxito imparable de un movimiento a escala global.
Allá cada uno con sus apuestas informativas y su falta de tacto periodístico y social. Si el 15-O no hubiera ocurrido lo de Roma habrían ventilado la protesta arrinconándola y despreciándola como es su costumbre. Los grupos de decenas de encapuchados que reventaron la multitudinaria manifestación romana eran, lisa y llanamente, terroristas callejeros que en absoluto representan al heterogéneo y complejo Movimiento del 15-M. Lástima que, pese a intentarlo, los pacíficos manifestantes no pudieran expulsarlos a tiempo, como tampoco lo consiguió una policía desbordada por los acontecimientos.
Aún así, y por mucho que se empeñen, la imagen que quedará de la manifestación del sábado, en Madrid, y en tantos otros sitios, es la de un Movimiento más vivo que nunca, con gente unida y emocionada en otra jornada histórica. ¡Basta ya de trincheras mediáticas! Más que posible, otro periodismo es necesario e imprescindible.