No hay democracia sin medios de comunicación plurales, objetivos y dependientes exclusivamente de los ciudadanos y de la profesionalidad de sus trabajadores. Para eso hacen falta medios de comunicación públicos que no sean gabinetes de prensa de los partidos (Canal 9, Telemadrid, RTVE y otras, como TV3, que tristemente pueden deslizarse en esa dirección), y medios de comunicación privados que no dependan de los intereses económicos de sus accionistas. En España estamos sufriendo lo peor de la privatización y la partidización de los medios. En clave Tuerka lo hemos debatido con cuatro periodistas de los que pueden reinventar una profesión que ha perdido mucha credibilidad en estos tiempos de crisis y de autoritarismo político.