Reconocidas periodistas y escritoras españolas han impulsado un manifiesto en el que hacen un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que se mantengan abiertas las fronteras de Afganistán y salgan del país todas las personas que lo deseen, en especial las mujeres que, por el simple hecho de serlo, “suman una crueldad intolerable y adicional a la que padecen los afganos de cualquier condición”. Este documento feminista, escrito en español, inglés y francés, que contó con la colaboración de la asociación para la igualdad de género en la cultura Clásicas y Modernas, está firmado por Gabriela Cañas, presidenta de la agencia española de noticias EFE; la periodista Soledad Gallego-Díaz, exdirectora de El País y las periodistas y escritoras Rosa Montero y Maruja Torres.
El manifiesto consta de tres puntos, en los que se pide a la comunidad internacional que “exija del poder talibán mantener abiertas las fronteras para que todas las personas que deseen abandonar Afganistán huyendo de un poder fanático impuesto por la fuerza de las armas puedan hacerlo en unas mínimas condiciones de seguridad. Reclama también que se “respete los deberes elementales de solidaridad y compasión humana, admitiendo en los vuelos y convoyes de repatriación de extranjeros al mayor número posible de afganos y especialmente afganas en peligro inminente, hayan estado o no al servicio de Estados o instituciones que los talibanes consideran enemigos”.
El manifiesto pide especial atención “a las mujeres en especial situación de riesgo, sea por haber desempeñado tareas profesionales prohibidas por los talibanes, asistido a escuelas y universidades, conducido su vida al margen de una moral fanática o cualesquiera otros motivos”. Y añade “la exigencia de que el poder talibán mantenga abiertas las fronteras a quienes deseen abandonar Afganistán conlleva el compromiso simétrico por parte de los miembros de la comunidad internacional, y que nosotras también reclamamos con energía, de acoger a los refugiados y refugiadas de Afganistán, colaborando en su caso a aliviar la presión que un éxodo masivo podría suponer sobre los países limítrofes”.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, abandonó el domingo el país tras la entrada de los talibanes a las afueras de la capital, Kabul, para supuestamente dirigirse a Tayikistán. Ante el avance de los insurgentes, Estados Unidos y otros aliados sacaron el domingo al personal de sus embajadas y evacuaban a sus ciudadanos de la capital. España es uno de los países que anunció la evacuación de los miembros de su embajada y de centenares de afganos que colaboraron durante las misiones militares y los proyectos de cooperación españoles en estos diez años.