“Todas las situaciones son situaciones impuras, mezcladas, ambiguas y, por tanto, desgarradoras. Querer actuar y no abandonar ninguno de los principios o no mancharse las manos es una contradicción: expresa un fariseísmo egocéntrico ligado a la imagen del “yo” más que al destino común de los humanos …”
E. Mounier
Hasta que punto se puede asumir esa contradicción o incoherencia entre los planteamientos de uno y aquellos que Comisiones Obreras va a hacer explícitos mediante la firma de la Reforma del Sistema de pensiones. ¿Merece la pena estar afiliado a un sindicato que va a firmar semejante recorte de derechos y que además los defiende con tanto entusiasmo?
Lejos de aquellos que plantean que los sindicatos son el problema, uno intenta entender la posición desde la que van a firmar semejante documento. No la entiendo y encima nos dicen a quienes hicimos la Huelga general del 29S que gracias a ella se ha podido firmar este Pacto. Me hacen cómplice de algo que no quiero.
Entiendo que hay distintos grados de responsabilidad en la reforma, que la máxima responsabilidad es del Gobierno, pero por qué CCOO tiene que firmar semejante documento. Ojalá Wikileaks destapara cuáles han sido las verdaderas negociaciones y porque se ha pasado del 67 no, al 67 para los que no han tenido suerte, para los precarios, para las mujeres, para los parados, para los que no se hagan planes de pensiones. Algo parecido les pasó con el Tratado por el que se establece una constitución para Europa, pasaron del sí crítico a un sí entusiasta y totalmente acrítico. Las estructuras no reflexionan, son sumisas a las imposiciones de las cúpulas, no hay voces discordantes o críticas porque el que se aparta del fuego se queda helado.(Y le toca volver a trabajar) Venden resignación cuándo lo que tendrían que vender es lucha y esperanza, hay otra forma de hacer las cosas que no sea la forma que los mercados nos imponen y sino esto es una democracia de mierda.
Tampoco entiendo que en el Consejo Confederal de CCOO no haya apenas debate cuando ese debate sí existe entre los militantes. Será que la jerarquía se aleja de las bases y por tanto se aleja de la realidad y justifica lo injustificable. Será que les han domado, les han doblado y les van a domesticar. Sí, eso será. ¿Hasta que punto merece la pena entonces pertenecer a este sindicato?
Por lo menos a aquellos que estamos en Izquierda Unida nos queda una voz discordante que defiende lo que muchos pensamos, esta reforma es injusta y empeora las condiciones de jubilación.