Permaneces
en el hálito intacto de mis anhelos
en el sucumbir de las auroras
que recuestan su luz en el regazo de día,
susurro de luna que extraña su cielo
en danza de nubes
presencia que se desboca
sueño del espejo
lanzando su plegaria al viento:
No soy digna
pero un abrazo me bastaría
para vivir
para morir.