Esta tarde tenemos ganas de buen humor y comedia clásica, así que vamos con la solución al Enigma Rosebud que os proponíamos la semana pasada. La frase que os dimos era:
¡Genial! Primero teníamos cadáveres sin ataúdes, ahora tenemos ataúdes sin cadáveres.
La cita es de Jack Lemmon y, como muy bien nos dijo Mr. Kaplan con la ayuda de las imágenes, la película es ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? o, dicho de otro modo, Avanti!, una de las últimas comedias que escribió y dirigió Billy Wilder. Ambientada en Ischia, al sur de Italia, la película narra la cadena de despropósitos con que se encuentra Wendell Armbruster Jr. (Lemmon) al viajar a la encantadora isla para recoger el cuerpo de su padre, un rico empresario de Baltimore que pasaba las vacaciones en un lujoso hotel de la localidad. Problemas con el ataúd, los papeles del traslado, una familia muy cabreada y unas fotos bastante comprometedoras; son algunos de los inconvenientes con que se va encontrando el protagonista a lo largo de la cinta. El mayor de todos, sin embargo, es descubrir que su padre, en realidad, no iba solo de vacaciones, sino que iba acompañado de su amante, una esteticista británica con la que se encontraba, sin falta, cada año. Este antiguo secreto será el punto de partida de una divertidísima comedia de enredos injustamente infravalorada en el conjunto de la filmografía de Wilder. A ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? le dedicamos, hoy, nuestro especial cinéfilo:
Aunque la idea principal del director había sido hacerla más dramática, ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? no deja de tener todos los elementos de las comedias de Wilder: brillantes diálogos, llenos de sarcasmo, ironía y humor negro -herencia, por supuesto del "toque Lubitsch"-, y la presencia del inigualable, inconmensurable Jack Lemmon. Una vez más, las expresiones del actor fetiche de Wilder se ganan el aplauso y risas del público y lo confirman como uno de los mejores actores de la época dorada de Hollywood. No es de extrañar, pues, que ganara el Globo de Oro al mejor actor de comedia por su papel en Avanti!, el único que se llevaría el film de Wilder, teniendo en cuenta la presencia ese año de Cabaret en la categoría de comedia o musical.
Pero vamos a ver, ¿por qué me empeño en catalogar ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre? como una de las mejores comedias de Billy Wilder? Está claro que no es ningún El apartamento ni Con faldas y a lo loco; esas juegan en otra liga, la de las obras maestras. Sin embargo, la coproducción norteamericana e italiana de 1972 tiene algunas escenas brillantes a nivel cinematográfico e interpretativo que vale la pena recordar:
El principio siempre es el mejor comienzo, y Avanti! no es excepción. Sin conversación alguna, los primeros 5 minutos de la película nos muestran al personaje de Lemmon llegar al aeropuerto a toda prisa y coger un avión hacia Nápoles, aún con el atuendo de jugador de golf puesto. Con el ruido de fondo de los motores del avión, seguimos las miradas del protagonista y, sólo con sus acciones, Wilder nos descubre con humor y originalidad que algo importante debe de haber pasado.
Las conversaciones entre Wendell y Pamela, la hija de la amante del padre del protagonista, son un divertidísimo in crescendo de amor-odio, responsable de algunos de los momentos más ácidos y conseguidos del guión de Wilder e I.A.L. Diamond. La británica Juliet Mills es aquí la encargada de dar vida a la protagonista femenina, y lo hace con una encantadora mezcla de inocencia, romanticismo, ilusión y tristeza dignas de alabanza. Es precisamente en la hija de John Mills que recae el peso de las escenas más dramáticas del film, como la visita a la morgue, donde la actriz comparte un precioso momento con el cuerpo de su madre.
Sería fácil decir que, con la pareja Lemmon-Mills, el cupo interpretativo de esta película ya está lleno. Error. Avanti! no sería lo mismo sin la magistral participación y el acento italiano del británico Clive Revill, el director multitareas del hotel. Hombre de recursos, el conocimiento de todos los entresijos de la burocracia italiana de Carlo Carlucci le será de gran ayuda al personaje de Lemmon, y ya de paso, nos regalará a nosotros, espectadores, una serie de entrañables y divertidos momentos, entre ellos el citado problema de los ataúdes y la extraña desaparición de los cadáveres.
Finalmente, Italia. A pesar de la cantidad de tópicos sobre el país que aparecen en la película (la pasta, la hora dela siesta, las iglesias, la mafia...), Billy Wilder consigue sumarlos a todos en una estupenda sátira general que, al fin y al cabo, no deja de ser un homenaje a los paisajes de la costa italiana. Eso sí, siempre con el toque "gamberrillo" del director, en este caso traducido en una escena de desnudo que, cosa rara, aquí no se pudo ver hasta después de la dictadura gracias al fantástico trabajo del ministerio de información y turismo...
Acabamos nuestro especial de Avanti! con un paseo por la maravillosa isla de Ischia -o la costa amalfitana, que es donde se rodaron la mayor parte de exteriores-, acompañados de la pegadiza melodía de Carlo Rustichelli, el compositor de la banda sonora. A los que no hayáis visto la película, os recomendamos que miréis el vídeo a partir del minuto 1.55 para no ver ningún SPOILER. Ahora bien, la mejor recomendación que os podemos dar es que no os perdáis esta genial comedia, entre las mejores del género. Es de Billy Wilder, seguro que vale la pena.