Hoy quiero hablaros sobre el tema de la permisividad y autonomía con niños y adolescentes. Con esto me refiero al grado de independencia que dejamos que nuestros hijos tengan respecto a varios aspectos en su vida diaria.
El entorno en el que se muevan es determinante, tanto el familiar como el social (amistades, la escuela, actividades de ocio y tiempo libre...). Pero yo me voy a centrar más en lo que es nuestro papel como padres y tutores de los niños.
Hace unas semanas lancé una encuesta en Twitter para saber vuestra opinión y vuestro proceder ante varias cuestiones. Todas ellas relacionadas con situaciones cotidianas que se dan en cualquier núcleo familiar.
Quiero recopilar datos sobre cómo está el tema niños y adolescentes/ independencia y autonomía
Me gustaría que fuerais sincer@s con vuestras respuestas 🙏
¿Cuál es vuestro proceder en cada caso o cuál crees que sería llegado el momento?
Agradezco RT 😉#EncuestaSeria ⬇️⬇️ pic.twitter.com/fQaQLtMBTO
- El truco de mamá 💡 (@eltrucodemama) August 29, 2019
Con ello pretendía hacerme una idea general de lo que está considerado como habitual en determinadas edades, sobre todo en la preadolescencia. Es ésta un época en la vida de los peques en la cual se afrontan muchos cambios. Cada vez van teniendo más libertad en sus movimientos y eso es algo natural.
Permisividad y autonomía: cuándo
Por supuesto, creo que es muy conveniente ir ampliando el margen de independencia que va necesitando un niño conforme crece y madura. Su grado de autonomía y el aprender a hacer las cosas por sí solo se verán beneficiados. Aunque en algunos casos pienso que confundimos un poco los términos entre libertad y madurez.
La permisividad y autonomía no viene dada de la noche a la mañana, simplemente porque nuestro hijo haya llegado a una edad determinada. Es importante tener en cuenta cómo se maneja solo ante determinadas situaciones. Para ello, como digo, hay que fijarse también en su nivel de madurez y de desarrollo.
Antes de dar el paso de permitir que realice por su cuenta algunas actividades, considero que es necesario ver qué recursos utiliza ante situaciones distintas. Por ejemplo, ayudarle a ser autónomo primero en un entorno conocido (como su propia casa), antes de pretender que lo haga en un entorno externo.
Al comienzo de esa mayor libertad de movimientos, nos surgen siempre preocupaciones. En nosotros los padres, por saber si es el momento adecuado o no. Nuestros hijos, porque se enfrentan a situaciones nuevas y desconocidas, con las que tendrán que saber manejarse.
Acompañamiento y supervisión
A mi entender, los padres debemos siempre acompañar en cada uno de los aprendizajes de nuestros hijos. Cuando son más pequeños parece algo evidente, porque ellos por sí mismos no tienen la capacidad y necesitan nuestra ayuda. Les enseñamos y supervisamos su desarrollo a la hora de comenzar a andar, en la alimentación, en los juegos...
Sin embargo, llegada cierta edad, puede parecer que nuestra continua "vigilancia" ya no es necesaria. Como vemos que ya han crecido y se valen solos para muchas cosas, podemos pensar que nuestra labor en ese sentido ha terminado.
Pero yo digo: ¡Cuidado! Nuestra tarea educativa como padres ni mucho menos ha terminado. Es más, las edades de la preadolescencia y adolescencia (entre los 8 y 13 años aproximadamente) son muchas veces complicadas. Por no decir que son críticas en multitud de aspectos.
El seguir supervisando el desarrollo de nuestros hijos no significa convertirnos en unos padres helicóptero. No es sobreproteger en exceso a los niños, evitándoles que ellos tengan que esforzarse en sus avances.
Más bien es acompañar al niño en ese trayecto, aportándole seguridad y confianza. Y eso se consigue facilitándole las herramientas necesarias para que busque soluciones por sí mismo. Conseguir que esté preparado para afrontar él solo distintas situaciones, usando habilidades que le habremos ayudado a desarrollar.
Resultados de la encuesta
Antes que nada, decir que esta es una encuesta enfocada en sus respuestas a algunas preguntas que yo misma planteé. Todas ellas relacionadas con la permisividad y autonomía que damos a nuestros hijos. Los resultados están basados en la participación voluntaria de unas 30 personas.
Agradecer a todas ellas su colaboración para poder obtener todos estos datos que, como comento, son generales y dependientes de la muestra recogida. Puedes ver la encuesta completa en el anterior enlace (en el principio del post) a mi cuenta de Twitter.
Permites a tu hij@ tener móvil propio...
Le dejas sol@ en casa...
Dejas que salga con sus amig@s por su cuenta...
Tiene su propio juego de llaves para entrar en casa...
Le dejas abrirse cuenta propia en IG...
Permites que tenga su propio canal de YouTube...
Va él solo a hacer alguna compra o encargo...
Le das dinero para sus propios gastos (no para el ahorro)...
Se ocupa él o ella sol@ de sus deberes o estudios...
Conclusiones de la encuesta
Como podemos ver en la encuesta, la inmensa mayoría (un 41%) ve razonable que su hijo o hija tengan su propio móvil a partir de los 13 años. Un 9% consideran que puede ya tenerlo antes de los 10 años.
Esto va directamente relacionado con la permisividad y autonomía con los niños a la hora de acceder a algunas de las redes sociales (como IG o YouTube). Más de la mitad de los encuestados cree que han de esperar al menos a los 13 años de edad para ello. Aunque alrededor de un 7-10% piensan que pueden interactuar en ellas a los 10 años o incluso antes.
La edad que se ve más adecuada para poder quedarse solo en casa ronda los 12-13 años. Es la misma que en otras cuestiones como tener su propio juego de llaves o poder salir a la calle con sus amigos sin la supervisión de un adulto.
La gran mayoría opina que es a partir de los 13 años cuando puede gestionar su dinero para sus propias compras. Pero un 23% ve como corriente que esto suceda antes de que cumpla los 10 años.
También antes de los 10 años un 62% considera adecuado que realicen ellos solos sus deberes y organicen su tiempo de estudio y tareas escolares.
Opiniones personales
Quiero incluir en este post las experiencias personales de un par de personas que se han ofrecido a comentar más ampliamente este tema sobre la permisividad y autonomía con los hijos.
¡Mi más sincero agradecimiento por su ayuda y por contarnos estas vivencias!
Nos habla de cómo vive esto con sus hijos, en este caso el mayor de ellos:
"Ahora tiene 21, pero digamos que yo he sido un poco estricta con él. Lo de las redes hasta que no cumplió los 16 o 17 no las tuvo. Porque en realidad hasta los 15 o 16 no tuvo móvil. Haré lo mismo con los demás, por lo menos en lo que respecta al móvil y las redes. En cuanto a salir solo a la calle, el mayor iba al cole sobre los 11 años pero porque lo podía ver por la ventana cómo entraba en él, está a escasos minutos. No fue a comprar solo hasta los 13 o 14, de igual manera el hecho de quedarse solo un rato por la tarde o por la mañana. Y lo de los deberes, desde que van a Primaria intentamos que cojan responsabilidad con ellos. Es poco a poco y tardan un par de años en acostumbrarse. Claro que, si necesitan ayuda en algún momento, se la ofrecemos. Salir con los amigos sí que tardó en hacerlo, como a los 15 años. Pero aquí cerca de casa y porque conocía a las madres."Nos explica la historia vivida con su sobrina, a la cual acogieron en su casa desde los 2 años y medio (por cuestiones de tutela):
"La tuvimos viviendo en casa hasta los 8 años. A esa edad, mi hermano arregló los papeles para tener de nuevo la tutela. Todo lo que estuvimos haciendo durante estos 6 años que estuvo con nosotros fue educarla . Al momento que se fue a vivir con mi hermano perdió todo, pues no siguió el mismo patrón. La dejó libre en todos los sentidos, que saliera con los amigos hasta las 9 o 10 de la noche, tuvo móvil a los 9 años sin ningún tipo de limitación en ninguna franja horaria y en ningún tipo de red social. Tenía total libertad. Y así sigue con 13 años, con total libertad en las redes sociales. Vida en familia con su padre, al trabajar todo el día, pasa la gran mayoría de horas sola. Y cuando llega a casa, mi hermano no sabe ejercer como padre y ahí vienen los problemas por falta de comunicación. Y el horario de llegada a casa cada día es sobre las 10 de la noche."Resumiendo...
En ambos casos se pueden ver formas muy distintas de proceder ante la permisividad y autonomía con los niños. Desde aquí no es mi labor juzgar sobre la forma de criar o educar, que es responsabilidad de cada uno de los padres.
Sin embargo, sí me gustaría terminar este post poniendo énfasis en la necesidad de que los padres nos involucremos todo lo posible. Que conozcamos los movimientos de nuestros hijos, que estemos atentos a lo que ocurre en su día a día.
También que tomemos las precauciones necesarias, por ejemplo en el acceso de los niños a las redes sociales. A sus relaciones con amigos y compañeros, a sus vivencias y a sus sentimientos. Entender que es necesario marcar unas normas y unos límites.
Comunicarse con ellos y hacerles entender que deben cumplir con una serie de obligaciones. Y a la vez que aprendan a ser responsables de sus acciones.
Me encantaría que me contaras tu experiencia en los comentarios. Las opiniones diversas siempre son enriquecedoras. ¡Gracias!