El 27 de diciembre de 1953, en una pequeña villa de pescadores de la costa oeste de Kerala, en la India, nació una niña muy especial; sus padres la llamaron Sudhamani. Cuando tenía tan sólo 9 años y como consecuencia de una grave enfermedad de su madre, Sudhamani tuvo que abandonar la escuela y asumir todos los trabajos que hacía su madre. Tuvo que cocinar, hacer las tareas de su casa, cuidar de sus hermanos y de su padre y también atender la vaquería de la familia. Su infancia terminó de golpe.
…pero Dios tenía un plan para ella.
Lo que podría haber parecido el camino de una desdichada en realidad se convirtió en el camino hacia su propia gloria. Haber asumido el papel de madre le sirvió para DESPERTAR y expresar su compasión y amor incondicional por todos los seres humanos. Pronto extendió su atención a otras personas de su vecindario, cocinando y ayudando a personas ancianas y regalando las cosas de su propia casa a gente más pobre y necesitada.
Sudhamani era una niña muy especial. Por eso la echaron de casa, porque no llegaban a entenderla. Aquello supuso el comienzo de una larga andadura en busca de su verdad interior que años más tarde culminaría con su propia iluminación.
“sonriendo, la Divina Madre se transformó en una masa de luz radiante y se fundió en mí. Mi mente floreció y fue bañada por multitud de tonalidades luminosas de la Divinidad”.
Hoy a Sudhamani la llaman ‘Amma’ (madre) y es reconocida mundialmente como ‘la santa de los abrazos’. Cada año cientos de miles de personas acuden a su encuentro para recibir su abrazo de amor incondicional.
Sí. Dios tenía un plan para ella.
…y para Mario Mantese.
Cuando Mario Mantese tenía 27 años, tocaba el bajo en “HeatWave” un famoso grupo de soul/funk que en los años 70 cosechaba éxitos en todo el mundo. Era joven, rico y famoso. En 1978, en una gala de noche, un desconocido le atacó y le clavó un puñal en el corazón. Durante 6 minutos estuvo clínicamente muerto. Fue sometido de urgencia a una operación a corazón abierto y entró en un coma profundo que le duraría cinco semanas. Cuando despertó estaba ciego, mudo y completamente paralítico. Su vida anterior se desvaneció de golpe.
…pero Dios tenía un plan para él.
Durante el coma profundo Mario tuvo una experiencia increible en un viaje hacia el más allá que lo transformaría. Regresó al mundo con una conciencia radiante, clara y poderosa. Al ser ciego aprendió a mirar a su interior. Al ser mudo aprendió el poder del silencio. Al estar paralítico aprendió a ser paciente.
“Con estos cambios, corrientes de luz se revelaron ante mí, llevándome en un viaje cada vez más profundo en el universo y abriéndome un nuevo entendimiento de la vida y del universo. Experimenté la espiritualización de los sentidos y descubrí que el ser humano, en realidad, es un ser cósmico mutidimensional…”
Años más tarde recuperó la visión, el habla y su movilidad. Hoy en día es conocido como Maestro M e imparte seminarios en Suiza, su país natal. Cada año miles de personas acuden a él simplemente para sentir su PRESENCIA.
Sí. Dios tenía un plan para él.
…igual que lo tiene para ti y para todos y cada uno de nosotros.
Antes de juzgar tu propia vida pregúntate si la estás mirando desde la perspectiva adecuada.
Ten fe. Todo lo que acontece en tu vida es siempre por tu propio bien. Si no puedes reconocerlo en este momento, entonces…ten más fe aún. Así dejarás que todo lo bueno suceda.
Deja que suceda.
Hasta pronto
Luis
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