Revista Economía

¿pero en que país vivimos?

Publicado el 10 diciembre 2013 por Torrens

Hay varias razones para que cualquier persona que tenga dos dedos de frente se pregunte en qué país vivimos, razones como el informe Pisa, lo que se oye cuando abre la boca el Sr. Montoro y algunas más. 

Lo del informe Pisa es deprimente, pero la depresión aumenta todavía más cuando uno lee las características del sistema educativo de los que han resultado mejor calificados: los chinos de Shanghai y los surcoreanos, con padres muy involucrados en la educación de sus hijos, largos horarios de clases intensas seguidos por largas horas de estudio, alto nivel de exigencia y duros exámenes, máximo respeto al profesor, castigos para los malos alumnos (excluyendo por supuesto los denigrantes castigos corporales) que encima padecen el rechazo del resto de la clase que además no siente desprecio sino admiración por los mejores alumnos, a los que los profesores no solo no impiden destacar, sino que les incentivan,  etc., y después de haberlas leído uno se da cuenta de que las grandes diferencias con nuestro sistema educativo no se justifican por lo alejado de las dos culturas, por la sencilla razón que nuestros métodos actuales son exactamente los opuestos a los de chino-coreanos.

Hemos cometido, y seguimos cometiendo el error de reducir la exigencia para combatir el fracaso escolar y muchos otros errores por seguir unos métodos muy buenistas pero que no paran de producir promociones con un alto porcentaje de ignorantes mal educados.

Cuando a mí me tocó estudiar, todo y con no ser tan duros, los métodos estaban mucho más cerca de los chino-coreanos que de los que se aplican en nuestro país en la actualidad y nuestra generación no resultó tan mal, aparte que no teníamos tantos problemas psicológicos a pesar de padecer castigos, incluido más de un coscorrón, no considerábamos un trauma no podernos comprar unas deportivas de moda, y los traumas nos los sacábamos trabajando, jugando al futbol o haciendo el gamberro (con gamberradas hoy consideradas inocentes). En un mundo globalizado y cada vez más competitivo, si no recuperamos rápidamente algunas características de la educación a la antigua se nos van a comer con patatas. Mientras esto ocurre, el Sr. Wert impone una Ley de educación cuyas dos grandes preocupaciones son cargarse el sistema educativo catalán, pero no en lo que tiene de desastroso sino solo en cuanto al idioma, y restablecer la educación religiosa. ¡¡Socorro!!.

También cabe preguntarse en qué país vivimos cada vez que el Sr. Montoro abre la boca. Es absolutamente inexplicable que el Ministro de Hacienda de un país mínimamente serio diga una sola de las muchas barbaridades que lleva dichas el Sr. Montoro, pero peor todavía es el hecho que por más gorda que sea la barbaridad que suelte el Sr. Ministro de Hacienda los señores del gobierno no solo no le echen sino que le apoyen incondicionalmente. Por si alguien no se ha enterado, sus dos últimas perlas han sido: la primera afirmar rotundamente que el PP ganaría de nuevo las elecciones porque “los mercados no son gilipollas”. Creo que el número de personas que están intentando deducir el significado de esta chorrada es de record Guinness, y la segunda cuando por toda justificación de la caza de brujas que se ha montado en Hacienda porque a la ex-directora de la Agencia Tributaria se le ocurrió rechazar un recurso de un cliente del bufete que era del Sr. Montoro y mientras sea ministro hará como que no es suyo, dijo que cuando aterrizó en Hacienda estaba “llena de socialistas”, y no le ha quedado más remedio que introducir cambios. Aunque lo peor es la sensación que tenemos muchos ciudadanos que la movida en Hacienda no se trata solo de una caza de brujas sino de un partido político acostumbrado a mandar y a que le obedezcan que está ocupando Hacienda igual que lo ha hecho con otras instituciones del Estado.

Encima resulta que alguien se ha dado cuenta de que todos los españoles no son iguales ante Hacienda sobre todo porque casi todas las grandes compañías que operan en España están asesoradas por antiguos altos cargos de Hacienda. En fin, lo de siempre, cachondeo, eso sí, de alto nivel.

Este señor, su partido y su gobierno no solo nos tratan y nos quieren seguir tratando como súbditos medievales, además nos toman el pelo y están convencidos de que somos idiotas.

También cabe preguntarse en qué país vivimos cuando se constata la opinión aparentemente muy mayoritaria en Madrid de que la mejor solución para el problema catalán son las mentiras, las difamaciones, los insultos y una hostia de vez en cuando.

La caverna mediática y el gobierno han montado un cirio por un título desafortunado, el del Simposio “España contra Catalunya, una mirada histórica (1714-2014)” que se celebra esta semana en Barcelona. Al decidir el título del simposio tenían que haberse esmerado mucho más, pero el lio que se ha montado no es comprensible. No es de recibo que el Ministro de exteriores García-Margallo hable de seudohistoriadores nacionalistas para referirse a Jaume Sobreques, historiador con todas las letras, catedrático de Historia ya jubilado de la Universidad de Barcelona, descendiente de una prestigiosa estirpe de historiadores, tanto por razones familiares (su padre ya fue historiador de renombre) como profesionales como Jaume Vicens Vives y Jordi Nadal, y además manifieste que la represión de Catalunya por parte de los gobiernos de España es una invención nacionalista, no solo cuando está profusamente documentada, sino cuando además el Sr. Margallo pertenece a un partido y a una ideología política que nos hizo gastar 6,4 millones de Euros en el Diccionario Biográfico Español publicado por la Real Academia de la Historia en 2010, una de las mayores tergiversaciones de la historia de España, que por supuesto niega cualquier represión de Catalunya, afirma que el régimen de Franco no era una dictadura y en cambio aplica ese calificativo al gobierno republicano, entre otras barbaridades.

El PP de Catalunya, bajo la batuta de la circense Sanchez Camacho ha amenazado a la Generalitat con acabar con el dialogo con el gobierno si no se cancela el simposio. Es decir, si se celebra el simposio el gobierno del PP ejecutará su amenaza y seguiremos exactamente como hasta ahora, con un Sr. Rajoy desaparecido excepto para soltar una chorrada de vez en cuando.

El circo Sanchez Camacho, entre otras burradas, ha acusado también al Consell de l’Audiovisual de Catalunya de publicar “listas negras de periodistas”, en referencia a las denuncias de banalización del nazismo contra Catalunya. Curioso. Hace poco más de una semana el Sr. Rajoy hacía un emocionado canto a la libertad de expresión, calificaba de disparate esta denuncia y afirmaba que todo el mundo está de acuerdo con lo que afirma la caverna, pero esta semana toca cargarse la libertad de expresión incluso referida a un título pasado de vueltas para un simposio científico.

Me imagino que con la intención de que quede bien claro quién es el agresor, y de que éste es catalán, la sección española, con sede en Madrid, de Amnistía Internacional, por supuesto bajo presión del gobierno del Presidente desaparecido, ha convencido a la organización para cancelar una entrega de premios que debía celebrarse en el Palau de la Música de Barcelona, para que no sea mal utilizada por los nacionalistas. Increíble.

Mientras tanto la cosecha de independentista va muy bien, creciendo y aumentando día a día, por supuesto por culpa de los malintencionados nacionalistas y sin que la estupidez gubernamental tenga nada que ver.

Sé que lo que viene a continuación es una barbaridad pero me da igual. En ocasiones he pensado que la razón del trato exquisito que los españoles dan a los vascos, siempre excusando las barbaridades que alguno de ellos puedan cometer, y su contraste con el trato a patadas que se aplica a catalanes, tiene su explicación en el hecho de que ellos matan y nosotros no, aunque por suerte para este país, por más patadas que nos den nunca va a existir una ETA catalana, aunque algún impresentable de la caverna se la haya inventado.

Para acabar con las razones para preguntarse en qué país vivimos reproduzco una noticia del periódico:

La Audiencia de Barcelona ha archivado este lunes el proceso judicial abierto por el espionaje de la agencia de detectives Método 3 a la presidenta del PP de Catalunya, Alicia Sánchez-Camacho, cuya conversación mantenida con la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, en el restaurante La Camarga de la capital catalana fue grabada. El tribunal de la Sección Sexta considera que el perdón otorgado por las dos perjudicadas tras un pacto con la agencia de detectives extingue la responsabilidad penal de los imputados, entre ellos el director de la firma, Francisco Marco, y la responsable financiera del PSC, María Lluïsa Bruguer.

Yo creía que las grabaciones ilegales eran un incumplimiento muy grave de la Ley que protege la privacidad de los ciudadanos, y por tanto se trataba de un delito penal, y que en los delitos penales, por más acuerdos que haya entre las partes, policía, fiscales y jueces deben investigar hasta aclarar los hechos. Si lo hubiesen hecho, aparte cumplir con su obligación, igual conseguían despejar las sospechas que tenemos muchos catalanes de que la circense Sanchez Camacho estaba metida hasta las cejas en el complot, y no precisamente como víctima. Pero claro, esto es España y se trata del PP.


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