Eso es lo primero que pensé cuando, el otro día, vi la imagen de una irreconocible Renee Zellweger. Supe que era ella tras leer el pie de la foto aunque, si me hubiesen dicho que era la mismísima Estela Reynolds (La que se avecina), me lo hubiese creído totalmente.
Renee nunca me ha parecido una de las actrices más guapa de Hollywood, pero de ahí a ver el "estropicio" que se ha hecho en su cara... va un trecho.
Ella justifica su nueva imagen diciendo que fue en una época en la que no supo gestionar como tratar el paso del tiempo y el estrés que reflejaba su rostro, vamos, que se le fue las manos con operaciones y botox y, este es el resultado:
Ella asegura que no hay cirugía en este cambio sino que se debe a que, ahora, a sus 45 años se encuentra en una nueva etapa de su vida y que está feliz con esta nueva imagen.
Vosotros, ¿qué opináis?
¿Está mejor antes o ahora?