Aún es de noche y ya le está gritando al hijo. Cómete los cereales con la leche. A mi me gusta más el gofio, mamá. Pues te jodes que lo que hay son cereales. Empieza a amanecer y a llover. Los portazos de los coches hacen de despertador brutal y asesino. Molestan pero no despiertan. Despertó la señora de los cereales. Huele a humedad. Huele muy bien a humedad.
Te pones los cascos. Porque eres periodista y para escribir (bien) necesitas aislarte del exterior. Comienzan a llegar correos, uno, dos, cien, trescientos. Por supuesto, ni los miras ni los abres. Hay que actualizar el Facebook de la empresa, y el Twitter, y el Linked-in. Grita la jefa. ¡Y contesta los correos! Y escribe la nota de prensa. Y las redes sociales están sin revisar. Y las web. Hay que hacer seguimiento de visitas. Y revísame la presentación del Power Point que he hecho para los clientes. Y busca clientes joder. Pareces bobo. ¿Y los guiones? ¿Qué haces todo el día?
(…y cómete los jodidos cereales con la leche).
Pero es que lo que yo quiero es gofio.