Director: JOSÉ ANTONIO DE LA LOMA
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Intérpretes Principales: XAVIER ELORRIAGA, VICTOR PETIT, ANGEL FEZ. CUENCA, MIGUEL HUGAL, ROCIO SISKA, JESUS MIGUEL MARTINEZ, FRANK BRAÑA, CESAR SANCHEZ, CHRISTIAN LEEM , Eva Liberten, Marta Flores, Juan Torres
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Argumento: Una pandilla de quinceañeros que viven en los suburbios de Barcelona se han especializado en el robo de coches. Con ellos se dedican a dar el "tirón", a asaltar tiendas para malvender las mercancías y a atacar a parejas en lugares apartados con el fin de desvalijarlas y abusar de las mujeres.
Sorprendidos a veces en flagrante delito, son perseguidos por la policía; para zafarse invaden la calzada, circulan en dirección contraria y se saltan controles, resultando a veces malheridos.
Uno de los más significativos y famosos es "El Torete", quien vive cada día como si fuera el último.
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Mi opinión: Vista dos veces en mi vida, la primera de ellas, cuando tendría unos veinte años o así, pensé esto de ella (una vez pasados varios meses):
Enorme éxito en España, con una descomunal taquilla. Un fenómeno social de primera magnitud... inversamente proporcional a su calidad cinematográfica.
Es hasta un poco cutre, pero es cierto que enganchó, ¡y de qué manera!, a la juventud de la época. Significó un toque de atención para la sociedad, por lo que en algunos sentidos hay que calificarla de especial.
Pero no es buena, ni está bien interpretada. Técnicamente, la dirección no es nada del otro jueves, pero hay ritmo y no aburre nada. Las escenas de sexo y la violencia, especialmente en su brutal final, también hicieron lo suyo para el éxito de la empresa.
Tuvo, naturalmente, su continuación. Sin mucho éxito, aunque sí moderado. Pero la fórmula se había acabado.
Vista por segunda vez, pues hace poco visioné el documental "Quinquis. Carretera y manta" y quería completar mi opinión nueva sobre ella, vuelvo a pensar lo mismo.
Lo cierto es que en su día me pareció un cine mediocre, no bien realizado pero con ritmo y curioso por cuanto en el cine español este tipo de cine no se veía en pantalla. Y hoy creo lo mismo, que es una película moderadamente entretenida, muy larga para lo que se cuenta, torpe en ocasiones y ya carente de curiosidad, una vez pasados más de cuarenta años.
No obstante, no me ha parecido una pérdida de tiempo, pero sí que certifico que es un cine que en su día no se mereció tanto predicamento, pero como cine "antropológico" tiene sus virtudes.