Una película tremendamente desmoralizadora. La violencia en su estado más primitivo, que sólo puede ser combatida por otra ración de la misma. La pérdida de todos los principios humanos ante el deseo carnal, o el de venganza. Una hostia de realidad extrema en toda regla. Puede que desde el minuto uno, no te sientas bien con esta película, pero eso es exactamente lo que quiere transmitir. A nivel interpretativo y técnico, que decir, espectacular. Un Hoffman en sus años de mega estrella, y Peckinpah demostrando, una vez más, que era un genio.
Mi Puntuación: 8.7