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Perros pequeños, perros grandes o perros de peluche

Publicado el 11 diciembre 2014 por Mamen Abad

Este post iba a ser totalmente distinto pero me he visto escribiendo sin parar y me ha parecido apropiado dejarlo tal y como está, porque está escrito desde el corazón. Os hablo desde mi experiencia de tener un perro, y quiero hacer incapié en que los perros (los animales en general) no son un juguete por eso lo he titulado así, perros pequeños, perros grandes o perros de peluche, porque habrá muchos casos en los que no se está preparado para cuidar a un perro de verdad. Con esto no quiero ofender a nadie, sólo quiero haceros reflexionar y que lo penséis muy bien antes de adoptar un perro. (Mejor descartar la opción de compra)

A lo largo del post os he ido poniendo fotos de perritos que están en adopción en la Asociación ASAAM, en Bizkaia. Si habéis llegado aquí buscando haceros con un nuevo mejor amigo podéis ir fichando estas caritas bonitas.

Perros pequeños, perros grandes o perros de peluche

Cuando yo tenía 9 años mi hermana trajo a casa un cachorrito de pastor alemán que era para comérselo. Mi madre dijo que “ni hablar”, (totalmente comprensible), éramos 5 en casa, más pájaro y hámster. Añadiendo que todos pasábamos el día fuera de casa, mis hermanos y yo estudiando y mis padres trabajando. En principio se iba a quedar (y digo “iba a quedar” porque está claro que se quedó) sólo esa noche y al día siguiente otro amigo de la cuadrilla de mi hermana se lo llevaría hasta encontrarle un hogar. Lloramos tanto e hicimos tantas promesas y juramentos que mi madre no se pudo negar a adoptarla. Mi tío Jose le eligió el nombre (no se muy bien por qué jaja), total que se llamó Raisa.

Se me llenan los ojos de lágrimas sólo de recordarla, hace mucho que no pensaba en ella pero forma parte de los mejores recuerdos de mi infancia, para mí fue casi como una hermana (algunos me tomarán por loca), pero pasé tantas horas con ella, la bañé tantas veces (y por supuesto yo también, quien haya bañado a un perro me entenderá), jugué tantas y tantas horas con ella a todos los juegos que me inventaba, dormí tantas noches abrazada a ella, fue tan buena y tan fiel, que hasta el día que la llevé a poner la inyección y vi su carita frente a mí, mirándome mientras se le cerraban los ojitos fue la mejor perrita del mundo. Bueno, aquí tengo ya una llorera que no veo bien lo que escribo pero ya lo revisaré.

Con esto quiero que entendáis que un perro es para sentir esto; AMOR, y con mayúsculas, lo dan todo y no piden prácticamente nada pero si no vas a sentir lo que yo sentí y viví, mejor no tengas un perro. Tienes que educar a tus hijos y enseñarles a cuidarles y quererles. En mi casa teníamos los cuidados repartidos, baños, veterinario, paseos, comida, las pipetas, salidas a cualquier hora del día, etc. Éramos 5 así que afortunadamente nos podíamos repartir bastante bien y pasó la mayor parte de su vida jugando en la calle. Estuvo con nosotros desde que yo tenía 9 años hasta los 20. Los últimos años estaba pachuchita, le salió un tumor inoperable y pasó dolores. Le dimos todo lo que estuvo en nuestra mano hasta que decidimos que la pobrecita merecía morir dignamente y dejamos que se fuera a un sitio mejor, seguro que está en algún paraíso de perritos, porque se lo ganó con creces.

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Perros pequeños, perros grandes o perros de peluche

Este post parece una tragedia pero mi intención como os decía es que seáis muy sensatos antes de comprar un perro, ya sea para vosotros o para vuestros hijos. Si aun no tenéis hijos pensad que algún día puede que lleguen y no sería justo desplazar a vuestro perro porque él estaba primero, y si ya tenéis hijos pensar en la carga extra que puede suponer cuidar a un perro “como Dios manda”.

Lo que si os tiene que quedar claro después de leerme (si es que habéis llegado hasta aquí) es que un perrito os puede dar y seguro que lo hará momentos maravillosos e inolvidables, os recibirá con la mayor de las alegrías cada día, irá siempre a donde queráis sin protestar y nunca os reprochará nada, y precisamente por eso merece el mejor de los cuidados y atenciones. Y si tenéis hijos, además de todo lo anterior les estaréis enseñando a ser responsables y a cuidar de otro ser vivo, recordad que los hijos aprenden con el ejemplo.

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En función de donde viváis y cuanto le vayáis a poder sacar a la calle deberéis elegir el tamaño, (en piso mejor perro pequeño y en casa con jardín perro grande) y si no estás seguro de poder cuidarle como se debe la mejor opción es acercaros a una perrera y ofrecerles un apadrinamiento. Ayudáis económicamente al mantenimiento de la perrera y podéis ir siempre que queráis a pasearlo. Es la opción perfecta para que vuestros hijos y/o vosotros tengan un amigo maravilloso sin el riesgo de tener que abandonarlo por no poder atenderlo. De esa manera también veréis cual es el nivel de compromiso, tanto vuestro como de vuestros hijos (si es el caso). Y si fuera suficientemente alto la perrera estará encantada de que os lo llevéis a vuestra casa para que tenga la vida feliz que merece. Esta opción la ofrecen algunas perreras según tengo entendido pero lo mejor será que consultéis con la que tengáis cerca de vuestra casa y os informéis.

Perros pequeños, perros grandes o perros de peluche

Sed muy sensatos y racionales con la adopción (o compra) de perros, cuando se les abandona se les arranca un pedacito de corazón y nunca se regenera. Mostremos nuestra humanidad, en especial a nuestros hijos porque aprenden de nuestros actos y mañana podrías ser tú al que abandonen….

Perros pequeños, perros grandes o perros de peluche


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