Una vez más, esta pequeña editorial de aire Pulp nos sorprende con una buena historia, con una buena trama y con un buen autor. Bien por Alrevés, que está haciéndose un buen hueco en las estanterías de los aficionados al género.
Pese a que Jesús Roche lleva más de treinta años escribiendo, para mí era un completo desconocido. De oficio dramaturgo, ha escrito numerosas obras de teatro, un libro de relatos y hasta un cómic. Persecución a ciegas es su primera novela negra.
Y que novela más peculiar.
Leyéndola no podía sacarme de la cabeza la palabra surrealismo. Y es que Persecución a ciegas es una historia un tanto atípica, tiene una trama donde se mezcla lo divertido e incluso lo absurdo, con el drama y la crudeza, la soledad y hasta la corrupción. Sobre todo la corrupción.
Dos hombres se encuentran en una celda; ambos han perdido la memoria, no se conocen, no saben que hacen ahí, no saben quiénes son, no saben nada, absolutamente nada de nada. No recuerdan ni su propio nombre. Como en la novela, los llamaremos Equis y Zeta. Estos dos tipos, uno muy grande y corpulento y con una fuerza abrumadora (Equis) y el otro más bien bajo, de gestos torpes y miedoso (Zeta) no recuerdan nada, ni de sí mismos, ni mucho menos de quien es el otro, sentados ahí, en una celda, en unas camas escuálidas y desahuciadas no pueden más que preguntarse del porqué de su encierro, fabular, desorientados y aturdidos, que demonios los ha llevado a esa situación, y temer que el tipo desconocido que tienen delante, no sea un asesino despiadado al que le han caído mal.
Así empieza Persecución a ciegas, esa situación en la celda es bastante delirante, las sospechas de que el otro o uno mismo es un asesino lleva a los dos inquilinos a comportarse de manera realmente divertida. Aunque esto solo abarca las treinta primeras páginas de la novela, después estos dos individuos se verán inmersos en una espiral de mentiras, sospechas, traiciones y jugarretas, que hará que todo cobre un cáliz más dramático y crudo. Nuestros dos amnésicos irán recuperando poco a poco sus memorias y con ello sus vidas, sus pasados, sus presentes y todo lo que con ello conlleva.
Vapuleados, manipulados y engañados, Equis y Zeta tendrán que buscar ayuda donde nadie lo espera, intentar moverse fuera del radio de acción de quien los busca, que no son pocos, y lo más importante, intentar, por todos los medios posibles, salvar el pellejo.
Persecución a ciegas, como he comentado más arriba, es una novela peculiar, tiene un ritmo espectacular, los diálogos son geniales, supongo que en eso Roche tiene mucha experiencia, y está llena de acción. La trama es en apariencia sencilla, se lleva bien, se entiende a la perfección, está trabajada, fluye y es redonda. La novela empieza de una manera casi delirante, realmente divertida, y conforme los amnésicos van recuperando la memoria, la novela se torna más dura y cruel. Es el único pero que tengo, la magnitud de lo trágico pasadas las cien páginas, contrasta mucho con el principio, mucho más benévolo y divertido, y rompe un poco la unidad de la novela. La trama está perfectamente cohesionada y uno no se encuentra de repente la desgracia encima, no. De hecho es muy posible que la sensación un poco de vértigo al terminar la novela, en comparación de como empieza, sea algo hecho a propósito por el propio autor, para reflexionar sobre nosotros, sobre quien somos, nuestro pasado, nuestras acciones…ahora que lo pienso, es muy posible.
De cualquier manera, Persecución a ciegas es un acierto más de este pequeño sello que cada día va ampliando más y mejor su catálogo, lleno, no lo olvidemos, enteramente de autores españoles.
Para echar un vistazo con más detalle a la novela o si queréis comprarla, podéis pasar por la recién estrenada tienda de la editorial, aquí.
Persecución a ciegas
Jesús Roche
Alrevés editorial 2013
220 páginas.