Revista Opinión
Yo soy de los que opinan que el lenguaje articulado nació por la necesidad que experimentaba el hombre de engañar al otro y una cosa muy distinta es que, luego, almas excelsas aprovecharan la ocasión para elevarlo hasta el nivel de la poesía. Y a las pruebas actuales me remito: no hay ningún partido político actual, ningún grupo social que no lo utilice como instrumento para tal engaño. Pero lo juro por todos mis muertos: éste no era, ni mucho menos, hoy, mi tema. Mi tema es, hoy, o por lo menos quiere ser el Derecho penal. Creo, también, que teniendo que actuar sobre ese desdichado ente que es el hombre, el Derecho penal tal vez sea el más necesario de todos los Derechos. Me cuesta demasiado escribir de nuevo todo eso de que el hombre es un lobo para el hombre, de que es un ser desfalleciente, si escribo desde el prisma de la filosofía, o de que se trata de una mierda seca pinchada de un palo si lo hago sólo desde mi puñetero nivel. El caso es que, como todo el mundo que me lee sabe, tengo la peor de las ideas del hombre. Y creo firmemente que con toda la razón. El hombre, cuando hace algo realmente bueno es porque se equivoca. Así las cosas, el hombre cuando dice algo realmente en serio, miente, sistemáticamente y por naturaleza. Cuesta mucho encontrar un hombre que diga realmente la verdad si entendemos por ésta, como los viejos sabios de la Tierra, la adecuación de lo que decimos, de lo que que pensamos con la realidad, la famosa adaequatio rei et intellectus, o sea, la adecuación entre la realidad y su representación linguistica y conceptual. Hagamos, si no, la más simple de las pruebas: ¿quién dice realmente la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, según la famosa fórmula norteamericana previa a los interrogatorios judiciales? ¿Rajoy, Rubalcaba, Lara, Pablo Iglesias? La conclusión es absolutamente desoladora: ninguno. Porque, incluso éste último, el recién llegado, que pretende aportar algo nuevo en este maremagnum de mentiras, si no es que mienta descaradamente sí que oculta cuidadosamente su verdad. Pero me estoy saliendo tanto del tema que casi me va a resultar imposible volver a él y mucho que lo siento pues creo que era verdaderamente importante. Se trataba de saber si lo que está pasando en el fútbol tiene que ver con la verdad. Porque la verdad, hay que decirlo también, no sólo es lo que se refiere escuetamente a lo que pasa sino también a los motivos reales por los que está sucediendo. Y todo este preámbulo pseudofilosófico para plantear una pregunta que, para muchos, es insignificante: lo que está sucediendo entre Real Madrid, RM, y Barça, B, ¿es realmente significativo? También lo he dicho ya muchas veces: soy radicalmente marxista porque es la única explicación plausible que le he encontrado al mundo. Por supuesto que esta idea no es ni mucho menos mía sino que reside en principio en el viejo Aristóteles que no llegó, por supuesto, a plantearla así, cuando expuso sistemáticamente su idea de la evolución inexorable de las formas de gobierno. Y, luego, ese otro faro del pensamiento que fue Hegel, sí, que apuntó ya más concretamente la base del actual razonamiento que más o menos descaradamente siguen todos: el mundo, la realidad, la vida no es sino la lucha, la oposición dialéctica de dos principios que pugnan encarnizadamente por oponerse al otro, tesis, antítesis, resolución. Y, por último, ese genio del esfuerzo, del estudio y del trabajo que fue Marx: todo no es sino economía, llevando un poco más lejos, aclarando, explicitando, la gran idea de ese otro viejo economista que, en su La riqueza de las naciones, expuso que es el ánimo de lucro, la puñetera avaricia del hombre, lo que provoca la creación de riqueza. Si sustituimos riqueza por poder, que incluso pueden ser sinónimos, nos hallamos históricamente en una lucha a muerte en todos los órdenes en el que el poder o la rquiza se concretan, entre ellos, el fútbol, y más concretamente, en España. No cabe la menor duda de que hoy, en España, el poder hegemónico es el del RM y que como tal intenta, pretende, lucha por mantenerlo de cualquier manera “erga omnes”, frente a todos. La pregunta que procede, en este momento, es ¿puede admitirse que el RM renuncie voluntariamente a cualquier instrumento para aseguir manteniendo su poder? Tanto más cuando el dirigente que maneja dictatorialmente sus asuntos en un viejo tiburón curtido ya en todas las lides, que, en el aspecto profesional, se ha hecho acreedor al sobrenombre de El Conseguidor, porque no hay empresa, por muy difícil que sea, que se le resista, la última, por poner un ejemplo, la concesión administrtiva del almacenamiento de gas en el subsuelo del Levante español, en una zona de gran peligro sísmico que no ha tardado en ponerse de manifiesto con los primeros intentos de utilización, mediante frecuentes movimientos sísmicos de relevancia. Y el referido tiburón, que lo es también y con más eficacia aún en el aspecto futbolístico donde no sólo es sino que, además, presume de ello el club más importante, más grande del mundo, en el negocio del almacenamiento subterráneo del gas, se ha asegurado los más pipnngües beneficios mediante una cláusula indemnizatoria de casi dos mil millones de euros. El otro día publicábamos aquí otro post que ilustrábamos con una fotografía en la que podría verse, con motivo de una entrevista con el presidente del gobierno para felicitarle por su gestión, a éste, en el centro de un triángulo equilatero marcado por tres puntos suficientemente significativos, Botín, Alierta, y a la espalda de Rajoy, como cubriéndosela definitivamente, a Florentino Pérez. La influencia de éste, ya lo hemos apuntado antes, es tan decisiva que le ha granjeado el sobrenombre de El Conseguidor ya que si ha necesitado que las leyes vigentes en el pais se modificaran para que él lograra sus intereses, se modificaban hasta el punto de haberse denominada alguna de ellas como “ley Florentino”, ¿hasta qué punto, hasta qué extremos puede llegar el poder de este hombre cuando no se halle por medio el sistema, el ordenamiento jurídico, o sea cuando sólo se trate de descolgar el teléfono por un tipo como por ejemplo Aznar y decirle a otro, por ejemplo Gallardón, a la sazón alcalde de Madrid, “oye, Alberto, lo de la licencia municipal para las Torres de Florentino, ya!!”. Si en estas cuestiones absolutamente escandalosas, 4 enormes torres de no sé cuantos pisos en pleno centro urbano de Madrid, contraviniendo todas las ordenanzas municipales habidas y por haber, no le ha temblado la mano a nadie, ¿qué puede realmente ocurrir cuando no sean tan evidentes el trato de favor y el abuso de poder sino que la tropelía pueda enmascararse bajo la coartada de una leglidad ficticia? Para un hombre tan avezado en vencer resistencias, en salvar los más difíciles obstáculos, moverse por un mundo esencialmente mafioso como el de las organizaciones internacionales que gobiernan el mundo del fútbol, es un juego de niños. Por supuesto que todos, absolutamente todos, los órganos, comités y tribunales que gobiernan dicho mundo se hallan literalmente invadidos por hombres del RM, ¿cómo iba a descuidar un detalle así el hombre que su ufana de llamarse El Conseguidor? En todo ese mundo no se mueve nada, no se hace nada sin que antes se considere cuáles son los intereses en dicho asunto del RM. Esto no sólo es así sino que, como muy bien dicen ellos, los madridistas, debe de ser así, porque está dentro del orden natural de las cosas. Por eso les subleva sobremanera cuando un mindundi, un advenedizo se atreve a contrariarle en sus intereses. No cuesta nada imaginarse cómo le ha sentada a lo que pomposamente se llama la planta noble del Bermabeu que el Baça ocupara no sé cuantos años la hegemonía del futbol mundial, era algo tan contrario, ya lo hemos dicho, a la naturaleza misma de las cosas, que todo el mundo mundial se movilizó para subvertir dicha situación. Y la ofensiva se ha desatado con una virulencia fuera de toda medida, no se ha reparado en trámites: si ha tenido que denunciarse ante los tribunales ordinarios a la junta directiva del club catalán se ha hecho, eso, sí, como siempre, tal como ordenan los protocolos del club que presume del mayor señorío mediante personas interpuestas, para que nadie pueda siguiera insinuar que detrás de esas denuncias ante los tribunales ordinarios se halla el RM, uno de cuyos guerreros dormidos, un socio del B, ha sido precisamente el encargao de presentar la querella, flanqueado por ese sindicato ultraderechista, el famoso Manos Limpias, tal como está previsto en los manuales del más elemental maquiavelismo, el RM no sólo cuenta con socios del B que se hallan enteramente a su servicio sino que, además, miembros destacadísimos del staff barcelonista forman parte de la guardia pretoriana de El Conseguidor, porque éste no podría nunca descuidar un elemento de ataque de tal naturaleza. Es notorio que el propio presidente del B, el famoso Rosell, era un subalterno en los negocios internacionales de El Conseguidor. Y otro tanto se afirma de uno de los vicepresientes del mismo club, un tal Vilarubí, cuya amistad con éste es incluso ostentosa. Da un poco de reparo escribir de cosas tan elementales y evidentes. Lo 1º que hacen las organizaciones mafiosas es precisamente esto, introducirse hasta la misma médula de aquellas otras a las que pretenden destruir, es la vieja táctica del caballo de Troya. De este modo, sólo los más pertinaces hipócritas pueden seguir argumentando que el proceso que ha terminado con la dimsión del presidente en activo del B, el tal Rosell, cuyas muestras de afecto por El Conseguidor eran demasiado evidentes siempre que se encontraban, y con toda la cúpulua del club catalán antes los tribunales penales, sólo por hacer lo que todos los otros clubes del mundo hacen, especialmente el propio RM sin que nadie nunca le haya denunciado ante los tribunales por prácticas tales como la ya citada de la construcción de 4 torres en el propio centro de Madrid, en donde estaba rigurosamente prohibido construcciones de esta clase porque van contra la salud y el interés general y ni la Fiscalía Anticorrrupción ni ningún otro órgano de control semejante haya movido un dedo. Bueno, pues ya estmos como todos los día, me he cansado de escribir sin agotar ni mucho menos el tema. Ya seguiré en otro momento, si puedo. Adiós.