PerséfoneLoïc Locatelli-Kournwsky (Trad. de Julia Osuna Aguilar)SapristiRústica | 224 páginas | 19,90€
Los retellings o adaptaciones de mitos y cuentos no son ninguna novedad. Se llevan haciendo durante muchos años. Wicked, Cinder,… y un largo etcétera de títulos. Y es que adaptar de forma moderna o inspiradora nuevas historias puede ser algo atractivo e interesante para el lector. Darle un giro de tuerca. Coger diferentes ingredientes de ellos y mezclarlos con algo moderno. Algo así es lo que propone Loïc Locatelli-Kournwsky, un dibujante francés con una influencia muy marcada por el arte japonés del manga. El autor coge la voz del mito griego de Perséfone, la hija de Zeus y Deméter obligada a desposarse con Hades, para darle una nueva visión. En Perséfone, Loïc construye todo un universo con referencias al mito griego, pero que a la larga, distan bastante del mismo para convertirse en una entidad propia rica en detalles.
Conocemos así a Perséfone, una joven bastante común que habita en Eliseus junto a su madre, la poderosa maga Deméter. Siendo hija de la famosa maga, todos esperan de ella una fuerza y unos poderes que no tiene. Esta totalmente frustrada. Además, unas pesadillas recurrentes sin sentido la persiguen todas las noches. Perséfone descubrirá la verdad sobre los orígenes de su nacimiento en una peligrosa aventura que la llevará hasta Infierno, el otro lado del mundo que solo es conocido a través de las leyendas contadas en Eliseus.
La historia, sencilla, bastante predecible y con unas últimas páginas algo apresuradas, embelesa rápidamente al lector gracias al mundo creado por Loïc y sus personajes. Entre medieval, victoriana e incluso con toques de finales del siglo XX, la mezcla de mitología con fantasía supone una fácil y agradable inmersión total en este nuevo universo. El halo de leyenda desde los primeros compases, con una introducción narrada en tono de mito, es un buen agregado. Aquí no hay dioses, pero Loïc suma su toque fantástico con magos y poderosa magia. Humanos con capacidades extraordinarias que son hereditarias. Una impronta mágica. Resulta un trasfondo tan poderoso y rico, que podría ser perfecto para situar más historias en él.
Si algo termina de hacer destacar Perséfone sobre otros títulos comiqueros es su arte. Combinando el gusto por el lápiz quebrado del BD francés con el diseño más cercano al manga japonés, Loïc genera una fusión única y atractiva. El francés dibuja con agrado las batallas, repletas de intensidad, posturas y expresiones fáciles de seguir. Pero también logra una ambientación que abre al máximo nuestras retinas, repleta de entramados y fondos recargados con detalle. Todo ello rodeado con una paleta de colores que tiran más hacia el pastel y los tonos terrosos, pero que gusta de jugar con los contrastes para cada uno de los mundos. El dibujo es como un personaje más de la historia.
Pero no es lo único. Sus personajes, más cercanos al estudio Ghibli en su diseño, poseen el mismo gusto que el estudio de animación por la protagonista femenina, así como la fuerza y la defensa sobre la naturaleza. Comparten más elementos, como la búsqueda de la propia identidad o la critica hacia los conflictos bélicos. Todo ello cabe en Perséfone, con una historia que gira alrededor de intrigas políticas y otros tejemanejes de poder. Donde tenemos reinos enfrentados y el peligro de una gran magia acechando. Donde la amistad, las relaciones familiares y el ser bueno con el mundo, debería ser lo más importante.
Perséfone es una lectura deliciosa para cualquier amante del cómic y las novelas de fantasía. Se que es una frase manida, pero en este caso, lo es. Loïc crea un mundo rico e interesante en su construcción, combinando una trama más predecible con elementos del mito griego, la fantasía y la adolescencia. Puede que pierda el timón del ritmo en el último cuarto apresurando sobremanera lo hechos, pero la lectura no pierde fuerza ni interés. Ojalá leamos alguna vez nuevas aventurasde Perséfone por Infierno y Eliseus.
Otras reseñas de interés:
La estantería de Cho
A través de otro espejo
Fiebre lectora