Revista Publicidad y Marketing

Perseguir los sueños es una forma de crear circunstancias

Publicado el 23 julio 2010 por Marketingempresasciudades
Hace unos días que me impacto la publicidad de Mercedes Benz con la que comparto su contenido, estar siempre mejorando lo ya conseguido y la de perseguir siempre el sueño que también lo ha tenido su creador según el mensaje publicitario.
 
Lo que puede parecer una historia llena de incongruencias, no lo es. Más bien resultan tres vidas diferentes que el destino unió sin otra pretensión que ofrecernos un magnífico automóvil, el que, a mi juicio, ninguno de ellos por sí solo, hubiera conseguido. Mercedes, entonces una niña de solo 11 años, aportó su hermoso nombre a esta historia, por obra y gracia de su padre: Emilio Jellinek (como ya explicamos en la Leyenda anterior). Teófilo Daimler le dio el automóvil que junto a Guillermo Maybach (otra historia maravillosa, muy ligada a ésta, que en su momento les contaré) había construido. Y se preguntarán ¿qué puso Carlos Benz? ¿Quién fue Benz?
EL JOVEN CARLITOS
No tuvo la suerte ni la fortuna de Daimler ni de Mercedes. Carlos Benz nace en el seno de una familia pobre el 25 de noviembre de 1844. Su padre es maquinista ferroviario y la madre ama de casa. Es hijo único y cuando solo tenía dos años de edad, pierde a su padre. Su mamá aspira a que Carlitos sea un funcionario gubernamental, pero el joven Benz tiene por vocación ser ingeniero. Y matricula en la Escuela Politécnica de Karlsruhe, la más prestigiosa del país. A los 20 años (1864) Benz obtiene el título de ingeniero
EL INGENIERO CARLOS BENZ
Se va a Viena, donde acuden los mejores ingenieros a trabajar. Allí la vida es más activa, aunque Carlos pasa sus horas libres estudiando la teoría de los motores de gas. En Viena Carlos conoce a Berta, quien está de paso y vive en Mannheim. Allá se va Benz. A los 26 años, Carlos Benz trabaja en un modesto taller de Mannheim de día y visita a Berta cada noche. Finalmente se casan y el suegro le propone comprar el taller donde trabaja. Así lo hace en 1872. Benz sigue dedicando el tiempo libre al estudio de un motor capaz de mover un vehículo. En 1877 el taller de Benz está en quiebra
EL MOTOR DE BENZ
El 31 de diciembre de 1979, funciona el motor de dos tiempos de Benz. Un año antes, Otto ha triunfado en la Exposición Universal de París con su motor de cuatro tiempos.
Para seguir esos trabajos, Benz, constituye una sociedad anónima con varios accionistas. El principal es un tal Schmuck, comerciante de tejidos, cuyo único interés es ganar dinero. La sociedad con Schmuck resulta un rotundo fracaso. Este señor, ajeno a la técnica, se entromete en todo, hasta que Benz termina por botarlo. Schmuck amenaza a Benz con arruinarlo y lo consigue. Así pierde lo único que le queda: el taller.
Pero es muy difícil derrotar a Benz, especialmente con una esposa como Berta. Y no se resigna.
Se va a ver a un amigo comerciante en Francfort, llamado Max Caspar Rose, quien está relacionado con una fábrica de velocípedos (Kleyer). Caspar, Benz y el socio del primero, Esslinger, forman otra sociedad y fundan la Fábrica Renana de Motores de Gas, en octubre de 1883. El negocio avanza.
Más tranquilo, Carlos Benz se dedica a realizar su sueño: el automóvil. En octubre de 1885, está listo el primer triciclo motorizado, dos meses después de que Daimler diera a conocer en Stuttgart, la primera motocicleta del mundo. Sin embargo, el motor de Benz gira poco y tiene poca potencia: 250 rpm, mientras que el de Daimler gira a 900 rpm
LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS
En septiembre de 1888 ya tiene un nuevo automóvil (el cuarto que fabricaba), que envía a la Exposición de Maquinaria de Munich. Y gana Medalla de Oro, el reconocimiento es general y los diarios locales le dan gran publicidad. Estos éxitos de Carlos Benz en la ciudad de Mannheim, ocurren cuando a solo 219 kilómetros de distancia, Teófilo Daimler trabaja febrilmente en su motor en la ciudad de Cannstatt. Parece que el destino caprichoso los separa teniéndolos tan cerca.
Como todos los inventores de la época, tanto Benz como Daimler quieren llevar su automóvil a París (la Ciudad Luz), a la Exposición Universal. Para ello, Benz contacta con Emilio Roger, su representante en Francia de la Fábrica Renana de Motores de Gas. Roger viaja a Mannheim y queda fascinado con aquel automóvil de tres ruedas. Lo compra y lo lleva a París.
Otra vez el destino. Roger contacta con Emilio Levassor, representante de Daimler, que prepara un show publicitario con los motores Daimler al calor de la Exposición Universal. Inmediatamente Levassor le compra el triciclo a Roger con el único propósito de desaparecerlo y que sea el automóvil de Daimler el único exhibido. Levassor consigue que Daimler sea el protagonista de la Exposición de 1889. No obstante, Carlos Benz envía su modesto triciclo a París, el cual pasa inadvertido.
EPÍLOGO PROVISIONAL
Los éxitos de Daimler no pueden opacar la brillantez de Benz, sus ideas del vehículo motorizado (mucho más claras que las de Daimler) y el aporte al automóvil moderno, aunque el destino haya decidido favorecer a Daimler en detrimento de Benz.
Los Velo-Benz triunfaron más tarde y la fábrica Benz se desarrolló tanto como la fundada por Daimler. A la muerte de Daimler, Guillermo Maybach fabricó el primer auto marca Mercedes, que tuvo un éxito tremendo. De ahí en adelante, los carros salidos de la fábrica de Daimler, se llaman Mercedes.

Y otra vez el destino decide. El 28 de junio de 1926, se unen los tres personajes de nuestra historia para dar nombre a una marca de automóviles: Teófilo Daimler le da su apellido a la fábrica, el padre de Mercedes Jellinek le aporta el nombre de su hija, y Carlos Benz su apellido. Así, a partir de esa fecha, la fábrica se llamó Daimler-Benz y los autos que fabrica: Mercedes-Benz.
Textos de: Willy Hierro Allen

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