La eterna desigualdad entre hombres y mujeres ha tenido como punto de partida el fundamentalismo religioso. La evidencia se puede encontrar en el libro sagrado de cualquier religión.
A estas alturas de la vida, y del mundo globalizado, subsisten prácticas, en todas partes del mundo, que van en detrimento de la mujer. Muchas cosas han cambiado, pero la discriminación persiste, en menor grado quizá, en otros casos veladamente; lo cierto es que, a la fecha, abrirse camino sigue siendo difícil para el sexo femenino.
En general, el cine ha dedicado poco espacio al tipo de películas que tienen como protagonista a una mujer. Historias para contar hay muchas, pero usualmente no son de la preferencia del gran público y como el negocio es primero, entonces se quedan relegadas.
Alejada de las salas cinematográficas y escondida en los anaqueles de algún videoclub, y aún en los sitios de descargas por Internet, aparece Persépolis, producción francesa, de animación, que vio la luz en 2007 y que cuenta la historia de Marjane, una niña iraní cuyos recuerdos empiezan en las postrimerías del gobierno del Sha Mohammad Reza Pahlevi, quien eventualmente es derrocado por la revolución islámica, encabezada por el ayatolah Jomeini.
El filme tiene como telón de fondo el entorno político y religioso del Irán de aquellos años. En la medida que Marjane crece su pensamiento se ve influenciado por: sus padres, su tío comunista, su abuela, el descubrimiento de otras culturas, principalmente la occidental; luego viene el choque con la cultura oficial.
Dentro de tal atmósfera de represión la niña va creciendo y enfrentando su criterio al entorno, por lo que en determinado momento los padres consideran conveniente enviarla a otro país, así empieza otra etapa, una especie de auto exilio en Austria.
En el desarrollo de su discurso, la cinta muestra el régimen de terror que viven las mujeres, en donde cualquier cosa que contravenga los postulados religiosos es vista con ojos de inquisición. Aunque se trate de un relato ambientado en Irán, dentro del fundamentalismo, es posible extrapolar las situaciones a cualquier otro lugar del mundo, por lo que llega a convertirse en algo universal. Por ejemplo, en casi todas las sociedades una mujer que se divorcia debe cargar con el estigma; es común que a ellas les sea más difícil rehacer su vida.
Persépolis es cine adulto, que aborda el tema de la reivindicación de los derechos de la mujer, pero no se trata de cine feminista, ni cine militante, ese es su mayor mérito. Acá las mujeres tienen el protagonismo: la madre abnegada, pendiente de su hija, preocupada porque respete la cultura oficial, pero sin que ello signifique hacer concesiones que la menoscaben. La abuela, divorciada de hace cuarenta y cinco años, con una postura más o menos ambigua frente al régimen; sin embargo, su vida gira en torno a realizarse como mujer, por eso nunca deja de cultivar su feminidad; ella es rebelde, pero no está dispuesta a sacrificar su condición de género.
La película está basada en las novelas gráficas de Marjane Satrapi. Es codirigida por la propia Marjane y Vincent Paronnaud, ellos también escribieron el guión.
Calificación 9/10