Hoy os voy a hablar de una película sobre el universo de la música country, que se estrenó en Estados Unidos el pasado 26 de septiembre. Concedámoslo, la historia que narra no tiene nada de novedoso –se podría decir que es tan vieja como el Antiguo Testamento–, pero el trío protagonista –Alan Powell (Jed), Ali Faulkner (Rose) y Leslie Nicol-Thomas (Shelby)– lo hace bien, la dirección es correcta, y, en fin, que merece la pena verla.
El protagonista, Jed King, aplomado por la fama de su difunto padre, el también músico David King, se convierte en una estrella del country, siempre de aquí para allá. La novedad estriba en los pasajes que el protagonista recita del Cantar de los Cantares y el Libro del Eclesiastés escrito por el rey Salomón (Salomón era hijo del rey David y en la película el protagonista, Jed, es hijo de David King: la simbología es bastante evidente).
La banda sonora constituye el principal atractivo de la cinta. Ha salido un disco con sus 11 temas originales, así como con nuevas versiones de clásicos que también aparecen en la película, entre ellos Turn, Turn, Turn, escrito por Pete Seeger y curiosamente inspirado también en el Eclesiastés. Algo muy apropiado, ya que el actor principal, Alan Powell, pertenece a un grupo de música cristiana originario de Nashville, Anthem Lights, que ha publicado tres álbumes hasta la fecha.
Os dejo con The Song (Awaken Love), la canción que da título a la película. Escrita por Jill Paquette deZwaan, en la ficción lo hace Jed, que se la dedica a su mujer.
Al igual que la anterior, All I Wanna Be también es de deZwaan y en la película la interpretan Alan Powell y Leslie Nicol-Thomas.
El director, Richard Ramsey, compuso junto con Vincent Emmet el tema Chasing after the wind, cuya letra abunda en una idea que se repite a lo largo de todo el metraje: la vida es vanidad y, en ocasiones, no hacemos más que ir “persiguiendo el viento”.
De los mismos autores es End of the Matter. Con estas palabras termina el libro del Eclesiastés: “Escuchemos el fin del asunto, teme a Dios y cumple sus mandamientos…”.