Y nadando contracorriente. No se entiende el papel que está desempeñando Zapatero ante el impresentable presidente venezolano. Le sigue el juego y no hay auténtica interlocución porque los opositores al régimen chavista no lo reconocen como tal. No condena la prisión de Leopoldo López pese a que milita en un partido que está en la Internacional Socialista.
Lo suyo es lo más parecido a lo de un tonto útil revalidando el título.
No está muy solicitado en su condición de “ex” y ha encontrado una gran ocasión al convertirse en portavoz de Maduro.
A ver si este también acaba acercándose a Podemos y crea, junto con Pedro Sánchez, una corriente de opinión. Estarían en su salsa y contarían con la bendición de Venezuela que ya sabemos lo que financiaba.