Revista Música

Personaje retorcido: Jeff Buckley

Por L


Personaje retorcido Agosto 2010: Jeff Buckley
Es interesante de analizar ese eterno romance que existe entre la muerte y los artistas prometedores de corta edad, ha pasado miles de veces a lo largo de los anales de este mundo musical, asimilado entre el arte y el sobrellevar vidas extraordinariamente rápidas, ¿será que sus mentes van mas raudas incluso que sus propias existencias, para traernos pequeñas maravillas a este lado del muro?
En este caso en particular no fue ni una pistola, ni una jeringa con sobredosis, ni una soga mucho menos, sino mas bien un río, El río Wolf, para ser mas precisos, quien se llevó la ahogada vida, de una de las voces mas prometedoras de los 90’s. Una creación efímera, para algunos arte, es lo que dura un pestañeo, para otros es lo que queda grabado en piedra para siempre deslumbrando con su presencia perenne. En este caso se puede adjudicar ambas al joven Jeff, primero nos dejó un gran disco debut, y único, falleció antes de acabar su segunda entrega, pero por otro lado dejó un legado bastante amplio, inspirando a varias de las voces más sobresalientes de este siglo, basta con echarle una escucha a gentes como Chris Martin, Thom Yorke o Matt Bellamy. De lo bueno poco dicen por algunos lares.
Nacido el 17 de noviembre de 1966 uno de los mejores años para el rock en su historia, Jeffrey Scott Buckley, hijo de un artista de Folk y Jazz (Tim Buckley), nunca tuvo mucho contacto con su padre, éste murió por una sobredosis de heroína, sin embargo, siempre mostró un respeto profundo por él y su música, muestra de ello es el pequeño recital que ofreció en una iglesia en su honor. Con respecto a esto diría.
'No era mi trabajo, no era mi vida. Pero me sentía mal por no haber estado presente en su funeral, de que nunca tuve la oportunidad de decirle nada. Aproveché ese concierto para mostrarle mis últimos respetos'

A rey muerto rey puesto, por ende Jeff se crió con un padrastro, estudiando música y así iniciando un camino que iría en un ascenso rápido, hasta alcanzar un estatus sobresaliente, basta mirar los respetos que ofrecían por su obra, grandes de la música como el mismísimo Paul McCartney.
La publicación de su primer disco Grace, le supondría una ambivalencia contradictoria, digna de un análisis pertinente, por un lado sus canciones y voz, eran reconocidas y aceptadas. Sin embargo, tal nivel de popularidad le estaba quitando otro regalo que le daba la música, la relación íntima público-artista de la que tanto disfrutaba, para apaciguar ese estado de pérdida y distanciamiento, ofreció una serie de recitales en los que usaba seudónimos para generar menor cantidad de miradas. Algunos de los nombres usados eran 'Father Demo' o 'Topless América'. Y como no podía hacerlo de otra forma defendió esta acción mediante las siguientes palabras.
'En esta situación me puedo permitir el precioso e irremplazable lujo de equivocarme, de arriesgarme, de rendirme. He trabajado muy duro para conseguir todo esto, este entorno donde trabajar. Lo amaba y ahora que lo he perdido lo echo de menos. Lo único que estoy haciendo es reclamarlo'

Se complica el entendimiento de un artista que con tan poco hizo tanto, un solo disco de legado, he escuchado esto antes creo, pero era un alma ad portas de un reconocimiento masivo, si es que ya no lo tenía, y el ritmo de vida aquel, ya le estaba pasando al cuenta. Pese a todo ello se las ingenió para dejar huellas brillantes marcadas, las mismas pisadas que seguirían unos cuantos contemporáneos suyos en un futuro. El arte parece seguir las líneas sanguíneas predefinidas antes de su nacimiento, y a la vez también estaba prefijada una muerte apática, que dejará inconclusa una historia que prometía ir cada vez más alto, no obstante no podía ser de otra forma. Las aguas de aquel río ahogaron las palabras cantadas más nítidas de las últimas décadas.
Grace
Esta fue su única y mas producente obra, se presenta como una anomalía entre guitarras bastantes altas y corto punzantes contra una voz frágil y muy limpia, a ratos trae consigo ciertos atisbos religiosos que le dan tinturas blancas, muy diáfanas. Cuesta entrarle de buenas a primeras ya que al ir en oposición dos fuerzas tan enigmáticas como la voz casi quebradiza y la guitarra de toneladas de peso, no llega instantáneamente, sin embargo en las partes más líricas abunda su sutileza más exquisita.
'Mojo Pin', abre el album, con Jeff en un intermedio muy vocalmente soul, sacando de su vocablo cadencias múltiples, una hiriente canción de amor que lacera con dolorosas palabras y los guitarrazos despiadados de Gary Lucas, dan una bienvenida bastante óptima, me gustan particularmente las letras en este pasaje. 'I’m blind and tortured, the white horses flow, the memories fire, the rhythms fall slow. Black beauty i love you so. Precious, precious silver and gold/ and pearls in oyster's flesh/ drop down we two to serve and pray to love. Born again from the rhythm screaming down from heaven, ageless, ageless and i'm there in your arms'
'Grace' (canción), yace en un escaño inconfundible, esencia de recuerdos al igual que 'Last Goodbye', aclaremos que parte diciendo 'ahí esta la luna, pidiéndome que me quede' y suena despiadada, cargada, pero adormecedoramente destructora, en cambio la segunda se apodera de otros nichos, agregando incluso unos acordes orquestales que traen consigo reminiscencias orientales. La antojadiza 'Lilac Wine', llega a respaldar más la vertiente acústica, con pocos recursos se enarbola con simplicidad en un recoveco humilde pero fastuoso.
'So real', merodea engañosamente por un llano silente primero, pero después sobrevuela un valle delicioso repleto de arreglos vocales y atajos excelsos. Así, en un ascenso continuo hasta alcanzar esa planicie de guitarras alternativas, que suenan inmersas en un panal de abejas infernales. Las variantes que emplea Jeff en este caso, sacan a relucir un potencial dotado de belleza…
Hallelujah
Y llegamos a la pieza que sólo por nombre, significa una potencial maravilla, es que el tema en cuestión deja a Buckley con total libertad de lucir sus mejores virtudes, con menos arreglos y una notoria composición religiosa, y sin embargo esta canción no es propia. Sino un cover de Leonard Cohen, pero uno mejorado. Con una interpretación sincera, efectividad catártica y a ratos tan armoniosa que suprime el peso atmosférico con delicadeza. 'Lover, you should’ve come over ' radica su partida con unos sonidos difíciles de descifrar atribuibles a instrumentos de viento, así como también a sintetizadores le da unas características colorinches que se disipan rápido por la continuidad con elementos más propios, más tarde se emparejarán esas dos impresiones ,en un sobrevuelo algo promedio.
'Corpus Christi Carol', va por el lado de mostrar el mejor ejercicio vocal posible, casi vestido con una espiritualidad abrumadora, transporta a pasajes sinceros y de cierto modo tristes, pero livianos y pacíficos. 'Eternal Life', retoma la vena rockera del principio, generando un fragmento de canción bastante asequible, y uno de los muchos puntos altos del LP, suena tétrimcamente limpia a ratos, olvidando la letra mas abrumadora, con sonidos algo esperanzadores.
Cierra Dream Brother, una despedida fantasmagórica, con percusiones a medias tribales, ya saben de cuantos detalles variados se vale a la hora de modificar un poco las influencias que venía mostrando.
Un disco que valió el reconocimiento de los mayores exponentes musicales del mundo en su momento.


¿Que tuvo de especial? Una honestidad apabullante, no alcanzó a traicionarse asimismo en el mundillo de la comercialidad, ni tampoco a consagrarse a niveles mayores tampoco, mas quedó ahí en ese callejón que alberga a los artistas de culto, esos que hicieron lo que quisieron mientras pudieron, y mientras no se les agotaron las ideas, también dicho sea de paso. En pocas palabras ,efímera pero bombástica carrera, ahora Buckley duerme en el inconsciente de un río de blues y consonancias.


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