Muchos de ustedes saben que mi pasión son los relojes. A veces hay aficiones que tienen una carga genética; en mi familia desde mi abuelo, el arquitecto Adolfo Florensa, siguiendo por su hijo y por sus nietos los relojes han sido objeto de admiración. Nadie me ha introducido en este mundo pero me gustaría jubilarme y que me admitieran de "residente/vendedor" en una relojería de alta gama sin cobrar. Estoy convencido de que sería un buen vendedor y aconsejaría bien a los clientes.
Esta admiración me ha llevado a coleccionar relojes que en su esfera tienen las 24 horas; esto es, que la manecilla de las horas sólo da una vuelta. La razón es muy simple, como dice André Stikkers: "Porque el día tiene 24 horas". Estoy suscrito a revistas, foros y es ahí donde conocí por escrito a André. Jamás nos hemos visto y ni siquiera sé como es, pero él, con los años, se ha ido convirtiendo en un auténtico experto mundial cuando tiene una profesión nada relacionada con la relojería. Con el tiempo ha ido construyendo, por pura afición, una web referencia obligada para todos los amantes de este tipo de relojes. Si entran en ella se quedarán asombrados de la cantidad de marcas y modelos que existen; yo le he aportado algunos pero la crisis me ha impedido seguir aumentando mi colección. Espero a que hayan "más brotes verdes" para intentar cazar alguno pero ahora me dedico a admirarlos en relojerías e Internet.
Por si no fuera suficiente con esta ardua labor, André Stikkers, acaba de publicar un libro dedicado exclusivamente al Glycine Airman (reloj diseñado inicialmente para pilotos de líneas aéreas hacia los años 50) . Mi ilusión siempre ha sido conseguir el Airman Special 2004 (de 46 mm sin corona) pero sólo de han fabricado 200 ejemplares... ¡y tuve uno en mis manos!