La etiqueta PAS (que significa normalmente “Personas Altamente Sensibles”) parece estar de moda. Son muchos los que hoy día reivindican su alta sensibilidad como parte de su identidad, su forma de funcionamiento, o como parte de sus características personales. Lo que lleva a una gran confusión dado que muchas personas con ciertas problemáticas psicológicas tienen a identificarse con esta etiqueta para encubrir sus problemas o compensarlos de algún modo, como trataré de explicar a continuación.
La etiqueta PAS es un constructo desarrollado por Elaine Aron[1] que puede ayudar, en ciertos casos, a que algunas personas se comprendan mejor a sí mismas o se validen de mejor modo, cuando se identifican con las características de este.
Según Aron, la alta sensibilidad es un rasgo de la personalidad[2], lo que es diferente de SER solamente “Persona altamente sensible”. Es decir, que tener alta sensibilidad representa una parte de la forma en la que una persona experimenta la realidad, pero no es todo lo que ocurre dentro de ella.
La alta sensibilidad del constructo de Aron tiene cuatro elementos[3]:
- Profundidad de procesamiento: que tiene que ver con ahondar más en los pensamientos en relación con las experiencias que se tienen.
- Facilidad de sobreestimulación ante los estímulos que se reciben.
- Alta emocionalidad y empatía.
- Sensibilidad sensorial ante lo sutil: se captan con los sentidos detalles que otros no perciben.
Que la etiqueta PAS sea un constructo, lo que significa que es una construcción teórica para entender un problema determinado[4]. Crear un constructo supone crear una abstracción, una imagen ideal o prototípica de una realidad para comprenderla mejor, pero no implica que en sí sea una realidad que existe por sí misma que sea identificable, como lo son los objetos. Es importante tener esto en cuenta para darnos cuenta de que no hemos de caer en la identificación con algo que es solo una construcción teórica. A veces, cuando se crea un concepto que define algo de lo que sucede en la realidad, ocurre que alguien puede identificarse con ello para tener la sensación de que ya sabe algo acerca de quién es o de lo que le pasa (ocurre lo mismo con los diagnósticos de ciertos trastornos mentales que son constructos).
Hay que tener en cuenta que la identificación con un aspecto parcial de uno mismo, es parte de lo que nos impide descubrir con realismo quienes somos. Es decir, que aferrarnos a una etiqueta, del tipo que sea (positiva o negativa), nos puede alejar de percibirnos de una forma más global.
Desde que Aron creó el concepto PAS esta “etiqueta” ha resultado útil a muchos para comprenderse mejor a sí mismos, o para aceptar una parcela de sí que no siempre ha podido resultarles fácil de encajar en un mundo en el que la máscara de la fortaleza, la autosuficiencia e incluso la de la insensibilidad se ha vendido mejor, en ciertas épocas en las que ser “duros” era más popular por ciertas modas emocionales. Aunque es curioso que, en la actualidad, lo que antes era un defecto: “ser sensible”, hoy día parezca ser una virtud de la que se ha de presumir y exhibir públicamente. Mirad, para comprobarlo, en las redes sociales, y veréis a muchas personas haciendo gala de lo PAS o de lo super-PAS que son.
Imagen de Pixabay.
Ahora que ser PAS se va normalizando, e incluso se va mostrando como un logro, de repente son muchos quienes se apuntan a la “moda PAS” identificando con una etiqueta que parece mostrar lo superiores o estupendos que son (no siempre es así, solamente señalo ciertos casos que me parecen más exagerados). Por otra parte, a poco que sepamos observar, es curioso que muchos que se autodenominan PAS, más que mostrar una alta sensibilidad, lo que exhiben es una alta susceptibilidad. Creo que las “Personas Altamente Susceptibles”[5] podrían necesitar una etiqueta aparte. Quienes se llaman a sí mismos PAS por todo lo que les afecta de forma exagerada llegan a olvidad que vivir con alta sensibilidad también afecta a percibir de manera también intensa los aspectos positivos de la vida.
Por otro lado, parece existir también una moda que podríamos llamar “anti-PAS” de muchos que se dedican justamente a lo contrario, a burlarse y a descalificar sistemáticamente a quienes hablan de PAS o de sensibilidad, acosando y despreciando a quienes encuentran un sentido en esta etiqueta.
Me parece que tanto en la “moda PAS” como a la “anti-PAS” se están poniendo de manifiesto varios elementos de tipo narcisista de algunas personas. El narcisismo tiene que ver con la identificación arrogante con ciertos atributos personales de los que se pretende extraer privilegios, un trato de favor y en definitiva una superioridad frente a otros. Esto es fácil verlo en algunos seguidores de la “moda PAS”. Por otra parte, el narcisismo, al tener que ver con actitudes de superioridad, también puede llevar a la crítica cruel y descarnada de lo que no se comparte, que se llega a mirar con desprecio y, descalificándose para seguirse colocando uno en una posición de superioridad. Este síntoma se puede ver más bien en quienes están en la “moda anti-PAS”.
En el caso de todos los que se suben al carro de la “moda PAS” o de la “moda anti-PAS” para llamar la atención de otros, conseguir más likes en redes sociales o sentirse más especiales, quizás habría que hablar más bien de personas PAN: “Personas Altamente Narcisistas”.
En los casos en los que identificarse como PAS está más ligado a ser altamente susceptibles, o a un victimismo interminable ante la incomprensión de otros, es posible que tuviéramos que hablar de PAT: “Personas Altamente Traumatizadas”. Quienes viven sin resolver ciertos traumas emocionales arrastran una gran carga de sufrimiento, de irritabilidad y de sensibilidad altamente negativa a estímulos adversos (sin sentir con la misma intensidad los estímulos positivos). Esta situación puede llevarlos a identificarse como PAS, por tener en común algunos elementos del constructo llamado PAS. Uno de los problemas de los constructos que definen un fenómeno desde ciertas manifestaciones externas, sin analizar en profundidad sus causas, lo que puede llevar a que muchos se identifiquen con estos constructos porque en algo se ven reflejados e identificados, sin ser conscientes de que están ante una idea que es abstracta. Es decir, que algo que existe como concepto o como constructo, define una parte de la realidad desde algunas manifestaciones externas, pero no se refiere a algo que exista necesariamente como una entidad o como una realidad objetiva. El constructo PAS solo hace referencia a una serie de experiencias subjetivas que puede tener que ver con fenómenos diversos: ser altamente sensible, ser altamente susceptible, estar traumatizado, ser narcisista, etc. Recordemos que se trata de un rasgo o de una parte de la personalidad, no de toda la personalidad alguien.
Además, podemos darnos cuenta de que el nivel de superposición de manifestaciones entre quienes se podrían identificar como “sensibles”, con otros fenómenos humanos, puede ser alto. Es decir, que “ser sensible” en ciertos aspectos de la vida, puede estar asociado con diferentes fenómenos, algunos muy valiosas, que permitirían vivir con más intensidad ciertos aspectos de la vida (buenos y malos), en otros casos tendrían que ver con heridas emocionales o traumas que hacen vivir muy a flor de piel lo que a uno ocurre (sintiéndose mejor si eso que a uno le pasa se identifica con una etiqueta como PAS), o bien con una necesidad de aprobación y de atención constante a la vez que una gran susceptibilidad que lleva a quererse identificar con una etiqueta que a uno le haga sentirse importante (como ocurre con quienes padecen narcisismo).
En la siguiente imagen podemos ver una representación de cómo la alta sensibilidad puede referirse a experiencias distintas que podemos interpretar de un modo erróneo si solo las vemos desde la alta sensibilidad:
Imagen de elaboración propia.
Buscando información sobre esta cuestión, me ha llamado la atención que hay muy poco publicado sobre lo que planteo, a nivel académico. Aunque hay numerosas publicaciones científicas sobre el constructo de alta sensibilidad, solo he encontrado una publicación académica[6] que relaciona la alta sensibilidad con el narcisismo y otra que la relaciona con el estrés postraumático[7].
Como vemos hay autores que apuntan las posibilidades que estoy planteando, que creo que han de ser clarificadas en mitad de tanta confusión con el constructo PAS, con sus férreos defensores y sus vehementes detractores. Lo que sí parece claro es que necesitamos más reflexión rigurosa ante un fenómeno que, en ciertos casos, parece que se nos está yendo de las manos y causando problemas que los profesionales de la salud mental hemos de abordar desde la mayor seriedad posible.
[1] Aron, E. (2006). El don de la sensibilidad. Ediciones Obelisco.
[2] Información obtenida de la página de PAS España: https://pasespana.org/alta-sensibilidad/
[3] Idem.
[4] Definición de la RAE de la palabra “constructo”, obtenida en www.rae.es
[5] Es interesante lo que se dice en este post, que también relaciona PAS con la alta susceptibilidad: https://locosdeamor.org/2022/05/22/personas-altamente-sensibles-o-altamente-suceptibles/
[6] Jauk, E.,Knödler, M., Frenzel, J., & Kanske, P.(2023). Do highly sensitive persons display hypersensitive narcissism? Similarities and differences in the nomological networks of sensory processing sensitivity and vulnerable narcissismJournal of Clinical Psychology,79,228–254https://doi.org/10.1002/jclp.23406
[7] Suuberg, Alessandra, Comparing Neural Correlates of High Sensory Processing Sensitivity and Post-Traumatic Stress Disorder (July 14, 2017). http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.3002629