Aunque no todo lo que he leído de John Katzenbach ha sido de mi agrado, la verdad es que Un final perfecto no me convenció, siempre asocio su nombre con thrillers entretenidos de los que me van a absorber en cuanto me ponga con su lectura, así me sucedió cuando descubrí al autor con El psicoanalista y así fue también con La sombra, por lo que en cuanto vi su nuevo título entre las novedades que Ediciones B nos presentaba para el pasado mes de diciembre no lo dudé ni un instante y me puse con él. Hoy os hablo de Personas desconocidas.
Sinopsis
Gabriel Gabe Dickenson y Marta Rodríguez-Johnson han servido a la policía de manera impecable, hasta que un día sus vidas se tuercen irreversiblemente. Ahora están condenados a trabajar juntos en esos casos olvidados y nunca aclarados que nadie quiere, en realidad, resolver. Es una manera de matar el tiempo mientras esperan a que sus jefes decidan qué hacer con ellos.Sin embargo, entre ese montón de archivos polvorientos, Marta y Gabe están a punto de encontrar la clave para resolver no solo cuatro extraños asesinatos cometidos dos décadas atrás, sino también una de esas impactantes desapariciones que marcaron un antes y un después en toda una comunidad.
Si hacen las preguntas adecuadas, hallarán la respuesta. Pero puede que sea mejor no preguntar. Porque lo que no sospechan es que quien está detrás de esas muertes se encuentra muy cerca de ellos. Y prefiere que no se sepa la verdad.
¿Podrán un policía alcohólico y una especialista en narcóticos incapaz de empuñar un arma enfrentarse al poder de su departamento para resolver un crimen imposible?
Con un ritmo imparable, unos protagonistas convincentes y una trama compleja pero fascinante al mismo tiempo, Katzenbach ofrece un thriller de primer nivel.
Mi opinión
Tras el divorcio el inspector Gabe Dickenson no es el que era, el alcohol se ha convertido en su mejor compañero y su desinterés en todo lo que era su vida, incluido su trabajo, no hace sino crecer. La inspectora Marta Rodríguez-Johnson, de narcóticos, es apartada de la división tras disparar y matar, por error, a su compañero. Hay que hacer algo con ambos, a ser posible en algún lugar donde no molesten mucho así que se les encargará revisar casos sin resolver. Montañas de expedientes se acumulan en su despacho hasta que se topan con cuatro asesinatos, aparentemente sin conexión alguna que, sin embargo, tienen algo en común. Todo se complicará cuando descubran que, además, esos cuatro casos conectan con la desaparición, veinte años atrás, de una niña de 13 años.
Salvo el prólogo, que transcurre en 1996, la narración sigue unacronología lineal salpicada por diversosflashbacksque ofrecen al lector pequeñas piezas de lo sucedido en el pasado. Además de la investigación que ambos policías llevan a cabosorprende en Personas desconocidas el tono reflexivo que adopta para hablarnos de cómo se sienten sus dos protagonistasque arrastran cada cual una pesada carga. Es quizá esta la razón por la que el autor se aleja del ritmo vertiginoso que se le presupone al thriller y la novela avanza de forma más pausada hasta que según se acerca el desenlace va ganando en intensidad. A través de presente y pasadoKatzenbach despierta el interés del lector y lo invita a mil conjeturasy preguntas que empiezan a resolverse para mi gusto un poco tarde, dejando todas las sorpresas y giros para un momento en el que aunque no había perdido el interés por descubrir qué había ocurrido en realidad sí tenía la sensación de que el autor no se estaba centrando en lo realmente importante y estaba yéndose por las ramas introduciendo alguna subtrama secundaria que no termina de aportar nada sustancial al caso que ocupa a los inspectores y que solo consigue engrosar el número de páginas.
Resulta curioso que siendo, o vendiéndose como un thriller, esta novela flojea en el ritmo y en cambiodestaca en la construcción psicológica que el autor hace de los dos protagonistas. Ambos arrastran una pesada carga y sus demonios particulares han dejado sus vidas hechas trizas, pero la resolución de este caso parece hacer resurgir en ellos al policía que llevan dentro y veremos cómo van evolucionando a lo largo de los capítulos. Junto a ellos un buen número de secundarios que el autor simplemente esboza dejando pasar a alguno, como la madre de la niña desaparecida, a la que en mi opinión se le hubiera podido sacar mucho jugo.
Con un narrador omnisciente, una prosa sencilla y un lenguaje claro y directo, Personas desconocidas es una novela que plantea un misterio aparentemente irresoluble desde el principio, aunque conforme se avanza en la lectura se torna un tanto predecible lo que resta tensión a un desenlace que podría haber dado mucho más juego aún y que, sobre todo, debería haber proporcionado todas las respuestas sin dejar flecos sueltos.
En definitiva, Personas desconocidas es una novela de fácil lectura que resulta entretenida.