Sobra ya comentar cómo Internet ha cambiado drásticamente nuestra forma de comunicarnos: correo electrónico, mensajería instantánea, videoconferencia, redes sociales, “blogging”, “microblogging” (esto es Twitter), etcétera.
Pero… ¿ha llegado este cambio a todos los ámbitos? Pues en lo que respecta a la comunicación médico-paciente no ha tenido, ni de lejos, un impacto tan radical… en ese sentido, tenemos mucho que evolucionar aún.
Como siempre suelo decir, no serán los decisores políticos los que determinen el qué y el cuándo… ese poder lo tiene la sociedad; los “decisores” sólo intentan adaptarse, aunque no siempre de la mejor forma posible, a lo que la sociedad demanda.
Entonces, ¿qué quiere la sociedad? ¿Qué expectativas tiene respecto a la comunicación con quienes cuidan de su salud?
Para abrir el debate, haré mención a un artículo que analiza un estudio a nivel europeo (el eHealth Trends Study) con dos objetivos concretos:
- Investigar el uso de Internet y las expectativas de los pacientes en la comunicación con un/a médic@ conocid@.
- Investigar cuán importante es en la elección de un nuevo médico que nos proporcione una dirección de correo electrónico de contacto u otros servicios web.
Tengo que decir que el estudio me parece un poco antiguo (2007), sobre todo con la velocidad con la que evoluciona la tecnología, pero al tratarse de una muestra representativa (n = 7.022) de ciudadan@s de 7 países europeos, creo que merece nuestra consideración.
Los resultados más relevantes de este estudio son los siguientes:
- Un 1,8% usó Internet para solicitar o renovar una prescripción.
- Un 3,2% lo usó para programar una cita.
- Un 2,5% para hacer una pregunta sobre salud.
- Un 18% espera poder tener consultas “online” con profesionales sanitarios en un futuro cercano.
- Un 25,4% espera poder programar una cita “online”.
- Más de 4 de cada 10 personas, consideran importante la provisión de servicios “online” (eSalud) a la hora de elegir un nuevo profesional sanitario.
Como podemos ver, el uso de Internet para la comunicación con profesionales sanitarios es bastante bajo, aunque sería interesante rehacer este estudio en 2.010, creo que los resultados cambiarían algo, sobre todo en el ámbito de las expectativas.
Está claro que la legislación y las políticas sanitarias juegan un papel muy importante en los resultados de este estudio pero, con el gran desequilibrio que hay entre uso y expectativas, ¿no creéis que quizás haya que cambiar la legislación y adaptarla a las necesidades de l@s ciudadan@s?
Para terminar, me gustaría comentaros mi experiencia personal al respecto. Al ser médico y trabajar en un hospital, mi relación con los servicios sanitarios no es representativa, pero os puedo poner otro ejemplo de mi día a día que podría extenderse al ámbito sanitario, si yo no fuera médico: uno de los principales motivos por los que sigo siendo cliente de mi caja de ahorros, es el gran servicio que me presta el director de mi sucursal por correo electrónico, resolviéndome todos aquellos problemas y dudas que la banca “online” no puede, evitándome visitas a la sucursal… estoy seguro que si no fuera médico, preferiría tener uno con el que pudiera comunicarme por correo electrónico, evitándome visitas innecesarias a la consulta para problemas o preguntas que no lo precisen (sería feliz con un Jay Parkinson como médico de cabecera). ¿Qué opináis vosotr@s?
Cada voy conociendo más iniciativas orientadas en este sentido, como el ejemplo del centro de salud de Lucano, cosa que me llena de ilusión y me anima a seguir trabajando por un futuro sanitario 2.0.