¿Qué implica ser una persona persuasiva? ¿Cómo transmitir con efectividad y profundidad tus reflexiones? ¿Te pones en la tesitura del destinatario de tu mensaje? ¿Cuáles son los recursos persuasivos más potentes a tu servicio? Estas y otras cuestiones constituyen las claves para destacar e influenciar de manera positiva en personas, organizaciones, instituciones e incluso naciones.
Desde tiempos ancestrales, se ha buscado persuadir e influenciar a las masas como método fundamental para conseguir poder, reputación y respeto. Los sofistas en la antigua Grecia fueron los primeros en establecer un método para aprender el arte persuasivo, principalmente mediante el uso de la retórica y la oratoria. Sin embargo, sus fines (en la mayoría de los casos) no eran honrados, ni buscaban el bien común para la sociedad griega, sino más bien, una posición de preponderancia y legitimidad superior sobre los demás. En el siglo XX, los regímenes totalitarios han sido una muestra clara y rotunda de lo que una persuasión mal encauzada produce en la humanidad.
No obstante, hay muchos otros casos de personas, líderes e instituciones que han comunicado su visión con una tremenda destreza, persuasión y comunicación efectiva desde la honradez, y el afán de acelerar el progreso y la libertad humanas. Piensa en líderes como Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Jesús, Buda, Malcolm X y Nelson Mandela. Toma conciencia de cómo su mensaje ha calado hondamente en la humanidad, dejando un rastro indeleble en las vidas de quienes han decidido seguir y vivir de acuerdo a sus enseñanzas.
"Mañana querrá usted persuadir a alguien para que haga algo. Antes de hablar, haga una pausa y pregúntese: ¿Cómo puedo lograr que quiera hacerlo?" - Dale Carnegie
Resulta imprescindible buscar una persuasión sincera, efectiva y positiva, que busque resaltar las fortalezas y ventajas del mensaje que deseas transmitir, para de esta manera, conseguir mayores y mejores réditos en tu vida profesional y personal. Te recomiendo tres métodos dinámicos que te ayuden a fortalecer tu comunicación y persuasión:
1. Muestra pasión y autenticidad en tu discurso
La pasión y la autenticidad son los condimentos básicos para desarrollar un cóctel emocional potente que enganche con la gente desde el primer momento. Nuestro cerebro retiene mucho mejor aquella información que tiene una implicación emocional, ya que éste lo almacena como información útil o relevante que puede ser necesitado más adelante. Desde un punto de vista de comunicación efectiva (coherencia entre lenguaje no verbal, tono utilizado y contenido), las personas apasionadas y auténticas fusionan perfectamente estos tres aspectos de la mejor manera posible, transmitiendo coherencia entre lo que se dice (contenido), el cómo se dice (comunicación no verbal) y el tono o volumen utilizado.
Es necesario recalcar también que cuanta más convicción transmitas en tu mensaje, más fácil será que esa convicción sea compartida por tu público como muestra de sinceridad y autenticidad. Las emociones son contagiosas, cuanta más emociones vincules a tu pasión, más nexos y redes producirán en tu público.
2. Introducción creativa y posicionamiento efectivo
Tienes que comenzar tu discurso de una manera impactante que consiga atraer a tu público y mantenerlo receptivo a tu mensaje. El público que te escucha quiere que desafíes el status quo y lo sorprendas con algo novedoso e inesperado. ¿Cuántos discursos comienzan de una manera convencional y poco creativa? Evita a toda costa las presentaciones personales rutinarias, ya que a buen seguro, propiciarán la desconexión parcial o total de tu público al mensaje que estás diciendo.
Puedes captar la atención de tu público utilizando las siguientes variantes:
- Metáfora creativa: Empieza con una metáfora que refleje el argumento o contenido principal del mensaje que vas a transmitir. Ej: Si tu discurso versa sobre un tema de superación personal y éxito, puedes comenzar tu discurso haciendo referencia a la metáfora del bambú japonés.
- Estadística rotunda: Otro modo de atraer a tu público es comenzar con una estadística que cuestione su modelo interno de proceder o su visión del mundo. Las estadísticas permiten abordar y resumir una situación que permite intuir a tu público los derroteros o puntos centrales del discurso. Ej: ¿Sabíais que el 97% de la población mundial no tiene definidos sus objetivos de manera específica y planificada?
- Pregunta retórica o estimulante: Las preguntas tienen una semilla de atención implícita para quién las escucha. En cierta medida, no puedes dejar de responderlas. Comenzar tu discurso con una pregunta potente y estimulante producirá una concentración casi automática en tu público. Si además buscas que la pregunta sea provocativa e inste a la reflexión, mejores resultados obtendrás. Ej: ¿Qué hábitos puedes emprender hoy mismo que produzcan una mejora sustancial en tu productividad diaria?
3. Haz que tu público se sienta importante
Todos buscamos ser apreciados y tenidos en cuenta. Nos gusta que nos recuerden la valía personal genuina que poseemos, y la capacidad que tenemos de brillar y alcanzar nuestra mejor versión. Es de vital importancia que en tu discurso hayan mecanismos sutiles de empoderamiento a tu público que los hagan sentirse capaces, vitales y confiados en sus posibilidades. Estos mecanismos producen una sinergia y empatía entre el público y el orador, facilitando de esta manera, la fluidez y la recepción del mensaje.
Estos mecanismos se ven desglosados en las siguientes características:
- Interés genuino: Resulta relevante mostrar un interés honrado y transparente por tu público en todo momento. A través de tus preguntas, tono de voz, lenguaje no verbal y contenido, debes propiciar que el público vea entrega total, esfuerzo y dedicación en ellos, como parte integral de todo el proceso. Si buscas que tu público sea el centro, ellos te lo agradecerán con fidelidad y atención.
- Gratitud: Procura agradecerles de manera sincera su tiempo, atención y disponibilidad. No des nunca nada por sentado. Hoy en día existe una oferta tremenda de cursos y charlas en muchos campos sobre una infinidad de temas. Agradece y sé consciente de tu oportunidad de dejar una huella en tu público, y muéstralo con tu dedicación y agradecimiento.
- Aporta máximo valor añadido: Otra muestra y seña de identidad que hace referencia a la importancia de tu público es el valor añadido que aportas en tu discurso. Ten en cuenta la inversión de tu público en tiempo y dinero que ha realizado para escuchar tus ideas. Ten siempre este factor presente como método para exigirte la máxima competencia, integridad y capacidad en todo aquello que ofreces. Tu público sin duda lo vale, y su tiempo desde luego que también. Haz que salgan de tu charla sabiendo que ha sido un tiempo tremendamente productivo.
Estos métodos te ayudarán de manera inmensa a producir resultados óptimos que realcen tu persuasión a un nuevo nivel de excelencia y maestría. Recuerda que el objetivo es influir de manera positiva y profunda en tu público, para que así vinculen tus ideas con crecimiento, expansión y mejora. Una nueva persuasión positiva es posible con la aplicación consistente de estas ideas dinámicas y poderosas. ¿Cómo quieres ser recordado a partir de ahora?
"El que tiene la verdad en el corazón no debe temer jamás que a su lengua le falte fuerza de persuasión." - John Ruskin