
Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 89 minutos.
Dirección: Rachel Talalay.
Intérpretes: Robert Englund, Lisa Zane, Shon Greenblatt, Lezlie Deane, Ricky Dean Logan, Breckin Meyer, Yaphet Kotto, Tom Arnold, Johnny Deep.
"Maggie Burroughs es una trabajadora social de una ciudad cercana a Springwood de donde llega un adolescente amnésico, atormentado por horribles pesadillas. Pronto ella y otros muchachos se involucrarán e irán a Springwood para averiguar el paradero de la familia del chico para darse cuenta que en esta ciudad no hay niños ni adolecentes, solo viejos. Maggie se dará cuenta que está más involucrada con la suerte de la ciudad de lo que piensa."

Freddy finalmente ha cumplido su promesa y ha acabado con toda la población de jóvenes en Springwood, sumiendo a la población adulta en una tristeza y locura absolutas; el único joven que queda es empujado por Freddy hacia la ciudad próxima, en busca de nuevas y frescas víctimas. Éste es el punto más interesante de la trama, un aspecto que se ve opacado por el recurso del que se valen todos los guionistas para seguir currando con una saga: el asesino tiene decendencia y es éste vástago el único que puede derrotarlo.

Y los actores no ayudaron mucho: Robert Englund aparece más sobreactuado que nunca, Lisa Zane no pega una y tampoco los pobres jóvenes a su alrededor. El único aspecto actoral que merece la pena destacar es el de los adultos lunáticos en Springwood (geniales) y la pequeña que aparece recurrentemente - verdaderamente, está muy bien dirigida.

Sigo pensando qué hubiera sido de esta entrega si el guión de nada más ni nada menos que Peter Jackson se hubiera llevado a cabo; ya ni siquiera recuerdo algún momento destacable en toda la película. El enfrentamiento final es patético (me imagino cómo se habrá visto en 3D en cines), sin gracia, carente de ingenio y malo.

Calificación: D+