Lamentable remake de una de las sagas de más éxito y carisma del género de terror.
De la mano de Michael Bay, y dirigida por Samuel Bayer, la película es un intento de reinicio de la saga, sin más pretensiones que las económicas, pues no me explico de otra manera, el que el listón haya bajado tanto.
No me parece mal el actualizar una película (aunque la mayoría de las veces es innecesario), pero tiene que servir para aportar algo más que en la película original faltaba. Cosa que en este caso no se ve por ninguna parte. Ni siquiera los efectos especiales, es que sean mejor, pues yo prefiero la cara del original Freddy Krueger, que esta pasada por la patina digital.
La película nos muestra a un grupo de jóvenes, que empiezan teniendo pesadillas con Freddy. Poco a poco, van recordando parte de su niñez, y encuentran que todos asistieron al mismo colegio, donde un bedel, abuso de ellos sexualmente. Como escarmiento a estos abusos, los padres quemaron vivo al bedel, y en la era actual, vuelve para vengarse en las pesadillas de estos jóvenes.
Un cambio, si que tiene, y es que Fredy, ha pasado de ser un asesino a ser un pedófilo, pero por lo demás, no cambia nada.
Los actores no ofrecen mucho, y tan solo destaco a Jackie Earle Haley, que hace lo que puede con su personaje, aunque en ocasiones resulte ridículo, y se nota su gran profesionalidad.
Poco más puedo decir de una película que me ha defraudado tanto. Y aunque la saga original, fue bajando el listón poco a poco con cada nueva película, por lo menos, contaba con la originalidad, y la sorpresa, cosa que en esta ocasión no se ve por ninguna parte.
Por todo esto, no me queda más remedio que no recomendar la película, sobre todo si eres fan de la original, pues te vas a llevar un buen chasco (aunque supongo que si eres fan, ya la habrás visto).