Pesadillas universales

Imagen extraída de Eureka, el blog de Daniel Marín

Tengo una buena amiga que, cansada de trabajar muchísimas horas al día, desanimada al llegar a casa porque la situación de abuso no mejora en su empresa, ha optado por cambiar el chip: aislarse de lo que le hace daño y sacar sólo lo positivo de su jornada laboral, de la gente interesante que conoce, de lo que aprende en cada encuentro, de la satisfacción que le produce una historia bien contada. Joderse el hígado no era plan, claro. Animada por ella, he optado también por pasarme a su lado, aunque admito que me está costando. Así que tan sólo tenía que recrearme en esas historias interesantes que por suerte me tropiezo a menudo, a esa gente increíble que tengo la suerte de conocer en mi día a día, esa cantidad de cosas que no sabía y que se suman a mi pequeña mochila de conocimientos del mundo.

Y quizá porque está en el polo opuesto de mi formación, lo que más me atrae es colarme en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y hablar con investigadores que me dejan muchas veces con la boca abierta. Pero claro, enfrentarme a entrevistas de este tipo me requiere una preparación anterior, la búsqueda de información sobre la especialidad de cada uno de estos expertos en el Universo, que se me antojan auténticos gurús del espacio.

La última vez me metí en el mundo de los exoplanetas y me empapé lo máximo que pude de los últimos descubrimientos trasladados a la sociedad. Y como tengo ya por costumbre, siempre me duermo con uno de los tantos buenos documentales que la red nos ofrece sobre las galaxias y su idiosincrasia (si me oyen hablar así los del IAC…).

Pues nada, para no enrollarme más, lo cierto es que tengo que cambiar el método del documental nocturno, porque sentir que en medio de la tranquilidad de la noche -estás dormida pero no lo sabes- vives en un júpiter caliente mientras te persigue una especie de marciano envuelto en llamas, tampoco es la mejor forma de comenzar el día. Es el precio de querer entender qué coño hay en ese maremagnum espacial: las pesadillas universales.