Artículo de Álvaro Rubio, 15 de julio de 2018, www.hoy.es
El alcalde de este municipio de 168 habitantes ha creado un proyecto para que sus mayores no tengan que dejar su hogar cuando ya no se valen por sí mismosManuela Pérez espera sentada bajo la sombra en la terraza del único bar que hay en Pescueza. Está al lado de su casa, ubicada en la plaza principal de este pequeño municipio de la provincia cacereña. A cinco metros de ella acaba de aparcar un pequeño coche eléctrico. Hasta él se desplaza lentamente con ayuda de su andador y se monta en el asiento del copiloto. Es su rutina diaria para trasladarse hasta el centro de día desde hace varios meses, cuando descubrió que a un vehículo no hace falta echarle gasolina para que funcione. El que le recoge a ella todas las mañanas se carga con electricidad cada 72 horas. «A mis 91 años, he descubierto este invento», comenta, con una tímida sonrisa, mientras deja atrás la plaza de este pueblo en el que hay censados 168 habitantes. De ellos, más de la mitad superan los 65 años. Muchos rondan los 80 y la mujer más longeva se acerca a los 100. Sus días pasan en una localidad acostumbrada a vivir en el anonimato. Sin embargo, de vez en cuando alza la voz por ser escenario de iniciativas curiosas como el Festivalino, conocido como el festival musical 'más pequeño del mundo' que en primavera atrae a miles de jóvenes.La última idea que ha visto la luz y que ya ha conseguido resultados se llama 'Quédate con nosotros'. Es un proyecto que incluye diferentes actuaciones en materia de accesibilidad y servicios al ciudadano con el objetivo de fomentar que los vecinos no abandonen el lugar en el que siempre han vivido. Este programa lo empezó a desarrollar hace siete años el alcalde de Pescueza, José Vicente Granado Granado. Él detalla sus principales objetivos. La mayoría centrados en los mayores. «Queríamos romper con la forma tradicional de cuidar a nuestros ancianos y que su última etapa no la pasaran en una residencia alejada de su pueblo, sino en su propio hogar, en sus calles, en su plaza de toda la vida», explica tras matizar que la residencia de ancianos más cercana está en Portaje, a nueve kilómetros. Hay otras dos situadas a 20 y a 23, en Ceclavín y Coria respectivamente.Con esas premisas, el alcalde y la asociación 'Amigos de Pescueza' empezaron a buscar posibilidades que cubrieran las necesidades de los mayores sin que abandonaran su tierra. «Es un tema complicado de solucionar, hay personas que tienen 90 años y sus hijos viven en Cáceres, Madrid o Barcelona. Ellos no quieren irse de sus casas pero tampoco tienen la capacidad física para valerse por sí mismos», añade José Vicente, que alude a 2011. Para él ese año fue crucial, ya que abrió las puertas el centro de día con la ayuda de la Junta de Extremadura. Pero eso no era suficiente. «Buscamos la manera de cambiar el modelo tradicional de centros asistenciales. No queríamos que los ancianos pasaran allí entre ocho y nueve horas sin moverse». Hoy pueden decir que lo han conseguido. Han convertido todo un pueblo en una residencia de mayores al aire libre. «En ningún momento nos planteamos hacer un centro que costara millones de euros como los que se han hecho en algunos pueblos», confiesa José Vicente. De hecho, sus principales acciones se han centrado en la accesibilidad y las nuevas tecnologías.