Los huertos del pesebre clásico son sustituidos por los huertos urbanos de hoy, los pastores convertidos en vecinos que preparan una barbacoa, el gallinero de antes es ahora un palomar donde las gallinas comparten espacio con las palomas, la mujer que antes lavaba en el río ahora lo hace en el lavadero mientras observa al niño que juega con una cometa que se convierte en la estrella de Navidad.
Cada uno de los tres Reyes Magos se sube a una azotea diferente, cargado con sacos llenos de regalos. Y en uno de estos espacios, el tradicional caganer hace sus necesidades abrigado del frío. Además, en un pequeño balcón también podemos ver un tió de Navidad.
El pesebre es obra del artista Jordi Pallí, y estará instalado en la plaza de Sant Jaume hasta el 6 de enero.
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