Si bien las causas son diferentes, hoy hay una pesificación de facto como en el 2002. En ese momento el Estado se quedó con los dólares y la gente con los pesos. Ahora pasa lo mismo. El Estado se queda con los dólares y la gente con los pesos
En 2002, luego del corralito, el gobierno decidió pesificar los depósitos en dólares. En ese momento la corrida bancaria llevaba a que la gente retirara sus depósitos de los bancos para guardar los dólares en las cajas de seguridad por miedo a una confiscación. Lo concreto es que llegado un punto, el gobierno decidió pesificar los depósitos a $ 1,40 con lo cual el gobierno se quedó con los pocos dólares que tenía el BCRA y la gente se quedó con los pesos.
Hoy el gobierno también tiene un problema de dólares. Le faltan dólares para hacer frente a los compromisos de deuda, pagar las importaciones, para que las empresas giren sus utilidades y dividendos y para que aquellos que quieren defenderse de la inflación compren dólares, que por cierto no es un pecado.
Cuando alguien compra dólares defiende sus ahorros de un peso que se deprecia constantemente. No está traficando droga, ejerciendo la trata de mujeres, vendiendo armas en el mercado negro o contratando sicarios. Solo compra dólares en defensa de sus ahorros y eso el gobierno pretende mostrarlo como un ataque al modelo, cuando en realidad es el modelo el que con su política inflacionaria ataque los ingresos y los ahorros de la gente.