Revista Cultura y Ocio
En el libro, los lugares siempre son distintos y más prolongados y más productivos para el lector que si uno va y lo lleva y le dice, como en peregrinación o en visita turística: «este es el árbol o el…». Eso me cohíbe. Cada uno, después de haber leído algo, tiene en su interior la imagen, y luego se alegra ante la imagen. Pero la ocasión siempre decepciona e incluso puede ser una carga. […] Para mí los lugares son realmente los espacios, las delimitaciones que producen las vivencias. Mi punto de partida no es nunca una historia o un acontecimiento, un suceso, sino un lugar. No quiero describir el lugar, sino relatarlo. Ese es mi mayor deseo. Puede ser tan sólo un río. O la nieve, la forma en que cae sobre un jardín concreto o junto a un árbol concreto, un tipo concreto de corteza. Y eso me provoca el deseo de comenzar.
*Nitrastur [F.F., 2012] **Peter Handke (1987): Pero yo vivo sólo de los intersticios. Traducción de Fruela Fernández