La albahaca, cuyo nombre científico es Ocimum basilicum, es una planta comestible original de India que se cultiva en huertos y pequeños jardines. Las hojas de la albahaca se recolectan en verano, se secan a la sombra y se guardan para su posterior uso culinario.
El olor tan característico de la albahaca se lo proporciona su gran cantidad de aceites esenciales (principalmente, el estragol). Además, es una planta rica en fibra, potasio, calcio, vitamina E y tiamina (vitamina B1).
Beneficios de la albahaca
La albahaca es una planta medicinal y aromática que, tradicionalmente, tiene propiedades digestivas. No obstante, sus beneficios para la salud son mucho más amplios.
Beneficiosa para la memoria
Masticar las hojas verdes de esta planta ayudará a una mejor oxidación cerebral, activa el torrente sanguíneo y provoca un mejor funcionamiento de las neuronas. Esto beneficiará mucho a nuestra memoria.
Beneficios contra el nerviosismo
La albahaca destaca por sus propiedades calmantes, por lo que es ideal en procesos de estrés y nerviosismo y ayuda a prevenir el insomnio.
Combate los procesos gripales
Esta planta posee propiedades antibacterianas, por lo que combate las infecciones y ayuda a eliminar el exceso de mucosidad presente en las gripes que vienen acompañadas de tos y flema. Además, se puede tomar la albahaca infusionada, para evitar los procesos gripales como medida de prevención.
Propiedades antiinflamatorias
La albahaca es uno de los más grandes y poderosos antiinflamatorios naturales. Su alto contenido en antioxidantes (sobre todo, flavonoides) la convierte en una planta muy poderosa contra las inflamaciones, tanto de índole externa como interna.
Beneficios digestivos
Sus propiedades antiinflamatorias están directamente relacionadas con sus grandes beneficios digestivos. El consumo de la albahaca en las comidas reduce la hinchazón abdominal y permite tener una mejor digestión, lo que evita flatulencias, gases, gastritis y otro tipo de malestares digestivos.
Refuerza el sistema inmunológico
La albahaca posee unas grandes propiedades antibacterianas, por lo que evita la aparición de virus o bacterias en el organismo. Por ello, las defensas se refuerzan para evitar contraer cualquier tipo de enfermedad con facilidad.
Receta de pesto de albahaca
La albahaca es una planta que se puede utilizar como condimento de cualquier plato o, incluso, infusionada. Sin embargo, una de las grandes recetas de esta planta es el pesto, cuyo origen se encuentra en Liguria (Italia).
El pesto de albahaca es una salsa muy fácil de preparar con 5 ingredientes fundamentales: albahaca, piñones, ajo, sal y aceite de oliva. Para elaborarla, lo primero que debemos hacer es tostar los piñones en una sartén. A continuación, introducimos en un vaso de la batidora el diente de ajo pelado, los piñones previamente tostados, sal, una buena cantidad de aceite de oliva y las hojas de albahaca. Se tritura todo con la batidora hasta obtener una salsa homogénea.
El aceite de oliva crudo es rico en ácidos grasos beneficiosos para la salud, que contribuyen a mantener un buen nivel de colesterol en sangre. Por eso, es un gran aliado contra las enfermedades cardiovasculares, además de combatir el estreñimiento y los problemas digestivos. Por su parte, el ajo contribuye a una mejor absorción de los nutrientes que ingerimos a través de los alimentos y mejora las funciones del hígado y páncreas. Por tanto, la salsa pesto se elabora con ingredientes sencillos, pero de alto valor nutricional.
Usos del pesto de albahaca
La salsa pesto se utiliza fundamentalmente en platos de pasta. No obstante, el pesto de albahaca se puede utilizar en la elaboración de otro tipo de platos, como, por ejemplo, la pizza. En este caso, se sustituye la salsa de tomate de la base por el pesto, teniendo cuidado de aplicar una capa muy fina, puesto que el sabor de este aderezo es mucho más potente que el del tomate.
Por otra parte, el pesto se puede añadir a un queso crema natural y se obtiene un magnífico aperitivo. Además, en este sentido, el pesto resulta ideal para la elaboración de tostas, combinadas con tomate seco y queso gratinado.
Asimismo, la salsa pesto puede sustituir al aliño utilizado tradicionalmente para las ensaladas, dándole un toque diferente y mucho sabor. Además, una idea interesante es añadirla al puré de patatas o al caldo de cocción del cuscús, para mejorar las recetas originales y sumar beneficios nutricionales.
Trucos y consejos
La salsa pesto se prepara, tradicionalmente, con queso parmesano. Para darle un toque más cremoso y mucho más sabor, se puede introducir este ingrediente en el vaso batidor en el momento de preparación de la salsa, aunque no es imprescindible.
Por lo que respecta a la conservación, la salsa pesto puede permanecer, una vez elaborada, hasta 4 días en la nevera. Si no se consume en ese tiempo, se puede congelar en pequeñas cantidades, para consumirla poco a poco. Es importante tener en cuenta que este aliño tiene un sabor muy potente, debido a los ingredientes que se utilizan, por lo que una pequeña cantidad será necesaria para condimentar cualquier plato.
En definitiva, una combinación de salud y sabor.