Revista Cultura y Ocio
Es la primera vez que leo un libro de la mexicana Guadalupe Nettel. No será la última. Inicio este viaje con el volumen Pétalos y otras historias incómodas, editado por el sello Anagrama, que contiene seis propuestas de gran valía e intensidad. Y salgo feliz de esta cita literaria, porque todos sus ingredientes (argumentos, personajes, léxico) se unen para esmaltar unos relatos distintos, sugerentes mágicos, inolvidables. “Ptosis” tiene como protagonista a un fotógrafo especializado en retratar párpados para el doctor Ruellan, cirujano estético; “Transpersiana” nos habla de un espionaje casi hitchcokiano, que se reviste de una pátina sexual; “Bonsái” es una deliciosa alegoría botánica, en la que asistimos a la erosión de una pareja formada por un hombre austero y poco sociable (cactus) y su esposa, más propensa al mimo (hiedra); “El otro lado del muelle” alude a la indefensión, el dolor y las amarguras que pueden azotar a dos adolescentes, muy distintas entre sí, pero a las que el azar reúne en un lugar de vacaciones; “Pétalos” nos entrega una inusual persecución erótica a través de inodoros de restaurantes, con final trágico; y “Bezoar” se construye sobre una relación complicada e inestable entre dos personas dominadas por neurosis casi risibles: arrancarse pelos y hacer sonar los huesos de sus dedos.
Guadalupe Nettel se me antoja una fabuladora original y una cuentista brillante, que me ha convencido plenamente en este tomo. Sin duda, perseveraré.