Mi opinión personal:
¡Mis heridas no han cicatrizado y no cicatrizarán jamás hasta que se haga justicia!(Cathy)
Si en el primer libro nos encontrábamos con el sufrimiento, la angustia, el despertar de la sexualidad, el cariño, el desamparo, la desilusión, pero con un deje de esperanza ... en este tenemos venganza, odio, superación, sensualidad (y sexo), amor, sufrimiento y un pasado que persigue a los muñecos de Dresde allá donde vayan. Pétalos al Viento constituye una brillante continuación de Flores en el Ático, donde la autora maneja con buena mano el misterio y la intriga, haciendo que el lector quiera saber más y más de los hermanos, y se pregunte en reiteradas ocasiones: ¿se merecen realmente los Dollanganger ser felices? Las calamidades, la muerte de nuevo, parece asolar sus jóvenes vidas y no les deja respiro alguno de vivir con la dicha de la felicidad que tanto ansiaban cuando estaban encerrados en el lúgubre ático de Foxworth Hall.
¡Mamá! Ella me había hecho diferente. Yo no era como ella ¡No podía serlo!(Cathy)
En Pétalos al Viento asistimos a un cambio radical en Cathy, convertida en una brillante y exitosa bailarina: ya no es la joven e ingenua niña de 12 años que viviera encerrada; la madre postiza de sus pequeños hermanos gemelos; la pecadora y engendro del diablo que tanto le recordaba su cruel abuela; aunque sigue atraida por su hermano mayor, ahora en camino de ser un buen médico, cayendo así a las garras del pecado. La bailarina de Dresde es casi una viva estampa de su madre, no tanto físicamente, sino también en perversidad y sed de malicia: los fantasmas del pasado la persiguen y ella no pensará en otra cosa que en vengarse de su progenitora. El camino no será facil, siempre con la consigna de que no debieron haber nacido, que son una aberración de la misma naturaleza.
¿Trataba Paul de escapar de Julia de la misma manera que yo trataba de escapar de Chris?...Tuve el cegador presentimiento de que Julián sería mi amante guardián, mi carcelero, y que estaría tan prisionera con él como lo había estado en Foxworth Hall. ...Había encontrado en mi hermano un amor eterno, que nunca, nunca podría florecer. Su amor no me permitiría nunca, nunca querer a otro sin reservas, mientras él siguiera amándome.(Cathy)
Cathy se cionvierte en una mujer despiadada y manipuladora con los hombres, como su madre, no en vano, hasta 3 hombres caerán rendidos a sus pies de bailarina, además de Chris, que sigue convencido que jamás podría estar con otra mujer distinta a su hermana. Los hermanos siguen pecando, fuertemente atraídos, algo que no les parece importar en ocasiones si ello implica ser felices y formar la familia que tanto anhelan.
Los distintos hombres que aman a la bella bailarina, Paul, Julian y Bart, lo hacen cada uno a su manera: si bien el primero, el Dr Paul, es un hombre amable y gentil, el segundo, un joven bailarín, esconde un tumultuoso pasado que le atormenta constantemente, confundiendo a Cathy de sus intenciones, incluido su celoso hermano, desconfiante también con el médico, para finalmente sentir que les une un más que estrecho lazo. En Bart, en cambio, ni existe el amor ni jamás podría existir; por despecho y ansias de hacer daño Cathy irá en su busca. Con todos sufrirá lo que no está escrito, y en Chris, el educado y correcto Chris, parece que siempre encuentra la salvación. Definitivamente Abril no estaba hecho para Septiembre
Nos esforzaremos en amar a otros, para sentirnos limpios. No seremos una copia de nuestros padres.(Cathy)
¿A quién más podría encontrar si te llevo en mis huesos? (Chris)
Pétalos al Viento, como su predecesora, está magistralmente contada, los temas están sumamente tratados con delicadeza, con sutileza y la narración del incesto entre Cathy y Chris, sin llegar a justificarlo, es sencillamente excepcional, lleno de un erotismo y una sensualidad que el lector es capaz de olvidar el rango fraternal que une a ambos personajes. Es este una de las bazas con las que mayormente juega la novela, así como la venganza (servida en plato muy frío que dejará los pelos de punta al lector) y la muerte, que parece empeñada en visitar a los muñecos de Dresde una y otra vez de manera catastrófica. Su lectura es más que recomendable, es de forzosa adquisición, de análisis de la condición humana, el amor y la esperanza. La historia es envolvente, desde el principio cuando se prolonga un rayo de luz tras escapar del ático, hasta el final, con la venganza puesta en bandeja y la desolación, el dolor, y el horror anclados frente al triunfo de la vida que Chris y Cathy emprenderán como lo que ellos desean: una familia.
Título original: Petals on the windPáginas: 196Editorial: -- (e-book)Puntuación: 10/10Bibliofiliómetro:
Filóloga Bibliófila