El día 27 de enero del año 2014, me llegó la triste noticia del fallecimiento del cantante folk neoyorquino Pete Seeger, a los 94 años de edad (y dando conciertos aún a esa edad). En ese momento, el nombre me resultó familiar. Oí hablar de él, y lo vi mencionado en algún sitio, aunque no había oído música suya (o eso creía yo). Tratando de acordarme de donde conocía ese nombre, me vino a la mente el jefe del rock & roll, el Boss, Bruce Springsteen. Os preguntaréis que tienen que ver uno y otro.
Resulta que mi conocimiento de Pete Seeger en ese momento se escondía en un disco de el de New Jersey que tenía en casa, un disco que adoro: Live in Dublin, del año 2007, un álbum que, en mi opinión, es uno de los mejores álbumes en directo que existen. Pronto descubrí que muchas de esas canciones grabadas en directo se encontraban recogidas en un álbum de estudio: We Shall Overcome: The Seeger Sessions, publicado un año antes. Aquí ya encontramos alguna pista. Era el momento del surgimiento de la Sessions Band, el experimento de Bruce Springsteen de profundizar en la música folk tradicional estadounidense (e indirectamente, en la música tradicional irlandesa, madre de la canción tradicional estadounidense), y dejar de grabar temporalmente el rock de la E Street Band. En ambos álbumes hay una intencionalidad clara: hacer un homenaje a la figura y a la obra de Pete Seeger. Aunque en ese momento no había escuchado directamente a Pete Seeger, la verdad es que conocía la esencia de su música, muy bien transmitida por el Boss. Cuando lo escuché ya directamente, una vez conocida la noticia de su muerte, variaban los esquemas musicales respecto a lo que había escuchado previamente en el disco de Bruce Springsteen, pero el mensaje que sus canciones transmiten seguía siendo el mismo.
Pero la figura de Pete Seeger se queda algo corta si únicamente se habla de ella en el plano musical (y de su inseparable banjo). Muchos desconocen su labor reivindicativa, que tiene reminiscencias tanto en la música que toca como en su vida en general. Fue una figura importante y muy relevante de la izquierda estadounidense. Férreo opositor a la guerra de Vietnam, Seeger gritó por el antibelicismo y por el pacifismo, simpatizó con el movimiento hippie, y sufrió las consecuencias de la acción del senador McCarthy y de su famosa caza de brujas: un año de cárcel y casi año y medio de censura de su obra. Incluso durante algunos años, a principios de los años 60, tuvo su propio programa de televisión en Estados Unidos, Rainbow Quest, programa musical en el que Pete Seeger traía a músicos invitados, hablaba sobre ellos, les entrevista y tocaban juntos. Una de las actuaciones más memorables que sucedieron en aquel programa fue la colaboración de Pete Seeger con el gran Johnny Cash y la segunda mujer de éste, June Carter.
Si volvemos al ámbito musical, nos equivocaríamos si pensásemos que Pete Seeger únicamente compuso canciones de protesta y reivindicación y recogió algunas canciones tradicionales de Estados Unidos. Fue capaz de popularizar su propia versión de Guantanamera en Latinoamérica. Además, si vamos a los inicios de su carrera musical como miembro de los Almanacs (grupo compuesto con artistas también importantes como Woody Guthrie, otro referente del folk tradicional estadounidense), vemos las relaciones y simpatías que tenía con los miembros supervivientes del Batallón Abraham Lincoln, batallón que había participado dentro de las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil española, y que se materializó con la recogida de las canciones que trajeron consigo estos voluntarios desde España, como Jarama’s valley o Viva la quince brigada (no confundir con la canción Viva la quinta brigada, procedente también del Batallón Abraham Lincoln, pero recogida por los irlandeses).
Pete Seeger supuso una referencia musical muy clara para muchos artistas posteriores. Mencioné anteriormente a Bruce Springsteen. Tocaron juntos en bastantes conciertos, siendo uno de los últimos en Washington, delante del Capitolio, en el año 2009, inaugurando la presidencia de Obama. Tuvo también una influencia muy clara en un artista de gran calado como es Bob Dylan. También hay una conexión mágica de Pete Seeger con varios artistas latinoamericanos, por ejemplo, tocó con los cantautores argentinos León Gieco y Atahualpa Yupanqui. Además, el famoso y popular cantautor chileno Víctor Jara hizo la canción El Martillo, que viene siendo una traducción y adaptación al castellano de una de las canciones más conocidas de Pete Seeger: If i had a hammer.
Con su fallecimiento, pienso que el mundo perdió a un maestro de las canciones reivindicativas y de protesta, género que actualmente parece que quedó un poco al margen en el panorama musical actual, y que el vacío que Seeger dejó en el mundo de la música, va a ser imposible de rellenar.
Simón de Eiré