Una gran noticia musical de estos días es la vuelta de Peter Gabriel al mundo discográfico con una propuesta acorde a su incansable búsqueda de nuevos sonidos. Es verdad, al final de cuentas Scratch My Back es un disco de covers. Pero no es un disco más. Tiene algunas consignas como el uso de cuerdas para cada una de las versiones, y la que consideramos más interesante: que cada artista versionado a su vez haga lo mismo con una canción de Peter Gabriel.
Mientras estamos a la espera de escuchar a Arcade Fire, Radiohead, Elbow y Lou Reed, entre otros, devolviendo gentilezas, compartimos la versión del tema que más nos gusta de Arcade Fire y su Neon Bible y la que mejor se adecuó a ese mundo mitológico donde el señor Gabriel tiene sus aposentos sonoros.
En un disco parejo y un tanto aburrido en su propuesta instrumental (muchos temas iguales e irreconocibles), este sobresale básicamente porque la lucha encarnizada entre el clima que aporta la voz y las cuerdas le aporta una tensión que no deja alejar a tus oídos. Como un Gandalf melománo, Gabriel termina venciendo y dominando al monstruo emocional que es esta canción, convirtiéndola en un arrullo que se desvanece lentamente por los los valles de tierra media, donde imáginamos que este hombre tiene su estudio y los Arcade Fire también. Y ahí es donde todo tiene sentido.