La firma francesa Hermès, presentó hace unos años una colección llamada Petit H, ¿Habéis pensado alguna vez qué hacen las firmas de moda con los restos de un bolso, un pantalón, o una simple vajilla? Muchas veces se desperdicia mucho material para crear todas estas cosas. Pero Pascale Mussard, directora de la firmas Hermès, terminó con este problema y por ello creó esta colección.
Y es que el diseño ecológico también puede ser muy “chic”, artistas y artesanos hacen que todos esos restos creen otras piezas únicas, sin perder la exclusividad de la firma. Y la pregunta es, ¿por qué no dar una segunda oportunidad a otros objetos? En Hermès ya son muchos muy imporantes y se les ha dado el nombre de OPNI (objetos pequeños no identificados).
Hay muchas veces que los productos no pasan el control de calidad, y ellos solo han pensado que con ello se le puede dar otro uso de modo que, la colección de unas tazas, se han convertido en una bonita y original lámpara para nuestra casa, o de los retales de piel de cocdrilo, se ha hecho un avión de decoración, o por arte de magia, los míticos pañuelos se han trnasformado en cojines.
La verdad que con lo estricta, que es esta firma,aunque todos estos objetos no dejen de ser retales, tienen un diseño muy estudiado para no bajar el listón de otras colecciones.
¿Os parece bien que una de las firmas de mayor prestigio en moda y decoración haya creado una línea ecológica para dar uso y vida a otros objetos o pensáis que por imágen no queda bien?
En mi opinión me parece una buena iniciativa, ya que por muy cara que pueda ser una corbata o un cinturón, te ayudan a comprender que no hay que desaprovechar nada y pueden tener muy buen resultado otros diseños. Todos estos objetos, se encuentras en las tiendas Hermès de todo el mundo, pero no os equivoquéis, hay piezas que pueden llegar a costar 50.000 Euros. Puro lujo reciclado.