Alemania ha invadido Francia, el mundo engullido por la Segunda Guerra Mundial. Pero un simple pastor vive en su propio mundo. Un mundo ajeno al de las bombas y el horror de la guerra. Pierre Avezard es medio ciego, sordo y con malformaciones producidas por la enfermedad de Treacher Collins.
Pierre nació prematuro, "antes de terminar" como el decía, en 1909. Tuvo que abandonar la escuela a los siete años, debido a su enfermedad y vivía solo para su trabajo de pastor y la construcción de un carrusel animado, que empezó en 1937, cuando contaba con 28 años, fascinado por el movimiento y el ruido de las máquinas.
Durante la guerra y el resto de su vida se dedicó a la construcción del carrusel, que llegó a los 1500 metros cuadrados. El era un artista autodidacta y humilde, al igual que el material que utilizaba, cualquier cosa que caía en sus manos le era útil para su pasión de dar vida a lo que no la tiene, una máquina de tal complejidad mecánica que ni los ingenieros de la época logran explicarla, pero de una belleza peculiar, que emociona.
La guerra también le aportó materiales para su obra, como el fuselaje de un avión estrellado en unas montañas cerca de su casa.
El carrusel tiene un sistema de control y es alimentado por un pequeño motor eléctrico cuya fuerza motriz es utilizada en varias escenas, gracias a un sistema de correas. Pierre aparece en varias de las escenas, como en la escena del baile de su aldea (Fay-aux-Loges), donde Pierre baila con su vaca favorita, ya que sus vecinos no quieren bailar con él.
Esta es una autentica historia de superación, incluso cuando la Segunda Guerra Mundial parecía que dejaría Europa enterrada en escombros.
Pierre Avezard, conocido como Petit Pierre, falleció en 1992, pero su carrusel aún se puede visitar en el museo de la Fabuloserie en Dicy dans l'Yonne, en Francia. Uno de los visitantes de museo fue la dramaturgia Suzanne Lebeau, que decidió contar su historia en una obra de teatro.
El Teatro de la Abadía representará del 17 al 28 septiembre de 2014 la obra "Petit Pierre", interpretada por Jaume Policarpo y la fantástica Andriana Ozores.
Fuente:
El blog de N. Vindi
Teatro de la Abadía
Museo de la Fabuloserie