Philidor, el mejor jugador de ajedrez del siglo XVIII
François André Danican, apodado Philidor (1726-1795) y francés de nacimiento, fue uno de los mejores jugadores de ajedrez del siglo XVIII. Son muy pocos los campeones de ajedrez que aparecen en los diccionarios normales, sin embargo el caso de Philidor es algo especial, porque se trata de uno de los ajedrecistas más mentados en este tipo de libros, si bien, no por su talento ante el tablero, sino por su faceta de compositor de óperas.
Philidor fue un reputado autor de óperas cómicas en la época de Luis XVI, no obstante, actualmente debe su gloria a su enorme superioridad jugando al ajedrez ante su contemporáneos. Aunque sus partidas no han sido muy estudiadas, en todas queda patente que la lucha era muy desigual y siempre a favor suya.
François André Danican era un asiduo del Café de la Régence, uno de los templos ajedrecísticos de la época, y era frecuente que tuviera que dar ventaja en sus partidas saliendo con una pieza de menos. Su juego despertaba gran admiración entre los espectadores, sobre todo cuando decidía jugar simultáneas a ciegas contra tres oponentes.
En esa época también gozaba de cierto prestigio como ajedrecista el sirio Stamma, pero Philidor le derrotó contundentemente en un enfrentamiento que tuvieron en París, pasando a ser considerado el mejor jugador de ajedrez del mundo. Tras la Revolución Francesa, decidió irse a vivir al Reino Unido, para evitar tener que desplazarse a las competiciones de ajedrez que allí se solían celebrar.
Es también considerado como el primer teórico del ajedrez gracias a su tratado, Análisis del juego del ajedrez, un libro que demuestra claramente que sus ideas y su concepción del juego eran muy avanzadas para su época. En este libro, entre otros conceptos, explica la defensa que lleva su nombre, la defensa Philidor, una apertura muy poco utilizada en la actualidad y que empieza con los movimientos 1. e4 e5 2. Cf3 d6.
En el libro son también notables sus consejos sobre la conducción de piezas y peones en el medio juego, a él se le debe la famosa frase "Los peones son el alma del ajedrez". También estudio varios finales que desde entonces llevan su nombre y que todavía son utilizados para enseñar a los jugadores noveles. Seguro que a muchos de los que lean este artículo les sonará la posición Philidor de los peones de torre y peón contra torre. No tan conocidas son las sutiles maniobras de zugzwang que llevan su nombre en un par de finales: un final de dama contra torre y otro de torre y alfil contra torre.
Revista Ajedrez
Sus últimos artículos
-
Torneo Internacional de Madrid 1933, victoria incontestable de Andor Lilienthal
-
Campeonato de Barcelona 1909-1910, gran victoria de Francisco Martino López
-
I Torneo de Maestros del Comtal 1934, brillante victoria de Ramon Cunillera Cabedo
-
Torneo Social del Club d'Escacs Barcelona 1929 (del 4 de noviembre al 11 de diciembre)