El pasado viernes debutaba, finalmente, el contratenor francés Philippe Jaroussky en el GTL con un programa oficial dedicado íntegramente a Händel.
Obtuvo lo que se puede calificar de éxito ya que la sala ofrecía un casi lleno y el público aplaudió y braveó a Jaroussky con ganas.
Jaroussky no tiró del catálogo más trillado y ofreció arias menos interpretadas en concierto pero no por ello menos interesantes, por ejmplo no cantó el archiconocido Scherza infida de Ariodante.
Ofreció en total ocho arias, cuatro en cada parte. Se reservó las más brillantes para los finales de cada parte, Con ali di constanza de Ariodante y Come nubbe che fugge del vento de Agrippina.
Todas ellos las interpretó en su tono justo dió muestras de su gusto musical y buen hacer que convencieron completamente al público que se lo agradeció con aplausos y bravos.
El éxito se vió amplificado por el exquisito acompañamiento de la Freiburger Barockorchester, que sonó concisa, brillante y conjuntada en todo momento.
Al final Jaroussky ofreció tres bises: Alto giove, de la ópera Polifemo de Porpora y otras dos arias de Händel, Venti turbini de Rinaldo y Ombra mai fu de Serse.
En resumen un estupendo concierto y esperar que Jaroussky vuelva pronto a pisar el GTL quizá para alguna ópera de Händel.
El único pero es el empeño del público liceísta de aplaudir cada vez que la orquesta baja los brazos. Los aplausos al final de todos los movimientos no es para dejar al público en buen lugar. Una pena porque parece que los esfuerzos por la dirección del teatro en repartir el programa del concierto de forma gratuita parece que no sirven de mucho.
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