
Visitarla les aseguro que no es marcar asistencia en el mapa de imperdibles romanos y, por el contrario, es una experiencia sensorial en todo sentido. Estar en ella es como experimentar varios mundos ya que, a los pocos minutos de haber ingresado en su huracán de sonidos (donde arpas, guitarras y violines interpretan los clásicos de la música mundial) y la explosión de colores que regalan los cuadros y los balcones, se toma conciencia de que es mucho más que una plaza y que, muchas de las situaciones, personajes y experiencias que se viven allí son dignas de un sitio mágico o salidos de la mente de algún novelista con exceso de imaginación.
Para compartir con ustedes el recorrido dividí la experiencia visual en ejes temáticos, los cuales supongo les puede resultar de gran ayuda para que puedan observar con detenimiento cada uno de los rincones que ella esconde y no se pierdan nada de lo que expondrá frente a sus ojos como quien ofrece un tesoro pocas veces visto.
SUS PINTURAS, SUS PINTORES, SU ARTE

Los puestos de pintores la atraviesan en su totalidad y la vuelven un espacio donde el arte parece haber encontrado un lugar para quedarse y poder ser compartido por todos aquellos que se tomen unos minutos para apreciar su esencia. Quienes acepten el desafío se encontrarán con pinturas de los más grandes íconos de Roma y de la cultura italiana a la vez que podrán compartir la experiencia de los caricaturistas que con su talento logran captar los gestos y las expresiones de quienes se entregan a sus interpretaciones.



SUS PERSONAJES
El elemento humano es uno de los más representativos de la plaza y uno de los que mayor vitalidad y estilo le imprimen. En ella habitan los personajes más dispares y variopintos que puedan imaginarse. De esa manera, si saben ver, se encontrarán con tarotistas que adivinan el futuro en más de cinco idiomas, bailarines de tango que recogen aplausos y ovaciones, magos con trucos un tanto decadentes, cantantes que interpretan covers mientras esperan que algún euro caiga en los estuches de sus guitarras, hindúes que venden hélices que se lanzan al cielo y brillan en la oscuridad, los vendedores de frutas frescas, heladeros, los fabricantes de burbujas, los vendedores de globos gigantes y un sinfín de artistas callejeros que sobreviven gracias al despliegue de su sus talentos y gracias.




SUS FUENTES MONUMENTALES Y SUS ESCULTURAS
Piazza Navona es ante todo, esculturas. Muchas. De todos los tamaños y de todos los estilos. De autores como Bernini y de otros que no corrieron con la misma suerte que aquel, pero que perfectamente le podrían haber disputado el nombre. Las hay de hombres vigorosos, de mujeres celestiales, de niños con expresiones de tristeza, de ángeles regordetes contorneados en gráciles posturas y de seres mitológicos. Todas ellas compiten a la perfección con la gente, los colores, los sonidos y el bullicio de la plaza, y en medio de ese marasmo, logran imponerse por sobre todos ellos con una identidad única.
La Fontana del Neptuno
Situada en la parte sur de la plaza, este grupo escultórico fue creado por Giácomo della Porta y terminada por Bernini durante el período barroco. Éste le agregó los delfines que acompañan a los personajes y les terminó de dar forma hasta dejarlos en la misma ubicación en que se encuentra en la actualidad. En el medio de la fuente aparece Neptuno, dios de los mares imponiendo su fuerza sobre los seres que habitan las aguas, territorio de su reinado.

Ninfa marina acompañada de fauna



La Fontana de los cuatro ríos
De todas las fontanas de la plaza la de los Cuatro ríos es la más importante. Creada por Bernini en 1651 la fuente rinde homenaje a los cuatro ríos más importantes del mundo: El Nilo, El Danubio, El Ganges y el Río de la Plata. Personificados cada uno de ellos bajo una forma humana ocupan un ángulo de la fuente según el punto geográfico en el cual se encuentran en el planisferio. A las figuras humanas se anexa un grupo de caballos, leones y símbolos papales y eclesiásticos tal como lo imponía la costumbre de la época. Fiel al estilo del barroco la fontana alcanza el nivel de magnificencia al estar diseñada respetando los conceptos de teatralidad, expresividad, escenografía y movimiento.








La Fontana del Moro
Esta fuente también fue realizada por el genio de Bernini y representa a un etíope lcuahando contra un delfín salvaje. A su lado, cuatro tritones lo acompañan soplando unas conchas marinas. Los que se encuentran en el grupo de la fontana son copia y los originales se encuentran exhibidos en los interiores de la Galería Borghese.

MAS INFORMACIÓN
Cómo llegar Metro: Estación Barberini A pie: desde el Panteón de Agrippa o desde Vía del Corso

Piazza Navona
Iglesia de Sant´Agnese in Agone