Revista Mundo animal
Pico Picapinos de Gran Canaria Dendrocopos major thanneri Vulnerable; VU D1+2 Autores: Gorgonio Díaz Reyes, Felipe Rodríguez y Juan Luis Rodríguez Luengo El Pico Picapinos de Gran Canaria cuenta con un tamaño poblacional superior al de Tenerife, aunque se estima que no alcanza los 1.000 individuos maduros, motivo por el cual se le ha asignado la categoría de Vulnerable. Probablemente, al igual que ocurre con D. m. canariensis, el principal motivo de su regresión en el pasado fue el desarrollo de políticas forestales que ocasionaron una importante modificación y fragmentación de su hábitat, con la consiguiente disminución de lugares aptos para la nidificación. En la actualidad, tanto los efectivos como su hábitat están protegidos legalmente y se observa una tendencia a la expansión. DISTRIBUCIÓN Es una subespecie endémica de Gran Canaria, localmente común en la zona de Tamadaba. También está presente en los pinares de San Bartolomé, Las Tederas y Pilancones, así como en la Monta- ña de Tauro, Pinos de Gáldar, Llanos de la Pez y Pargana. Además, y fuera del dominio del pinar, se han observado tanto en relictos de monteverde como en áreas arboladas de especies alóctonas cercanas a los cultivos, tales como Osorio, Los Tiles de Moya y San Mateo (Á. Moreno, com. pers.). POBLACIÓN Y TENDENCIAS Thanner (1905) y Bannerman (1912) consideran que debió ser moderadamente abundante en el pasado. En la actualidad, si bien no se han realizado censos rigurosos, se considera que es más abundante que la subespecie tinerfeña (Martín & Lorenzo, 2001) y que su población no alcanza los 1.000 individuos maduros. La densidad obtenida en los pinares de Pajonales, Ojeda e Inagua por Rodríguez & Moreno (1993) es de 4,32 aves/10 ha, mientras que Valido y Delgado (1997) obtienen una densidad inferior (1,71/10 ha) en Pilancones. Tendencia previsible. Considerando el nivel de protección de la especie y su hábitat, si no media ningún hecho catastrófico, es previsible que continúe el incremento de su área de distribución y tamaño poblacional. ECOLOGÍA Es una ave eminentemente forestal que está presente prácticamente en todos los pinares de la isla, si bien es frecuente observarla en zonas de cultivo y reductos de monteverde. Sus movimientos son poco conocidos y su biología reproductora es similar a la de la subespecie tinerfeña. La especie preferida para construir el nido es Pinus canariensis aunque también se han observado nidos en Eucalyptus globulus, Castanea sativa, Prunus communis, Prunus persica, Phoenix canariensis e inflorescencias de Agave americana (F. Rodríguez, com. Pers.). AMENAZAS Martín et al. (1990) consideran como factores de amenaza la pérdida de hábitat y de lugares para nidificar por el aprovechamiento de la madera de la tea procedente de árboles muertos. Pico Picapinos de Tenerife Dendrocopos major canariensis Vulnerable; VU D1 Autores: Juan Luis Rodríguez Luengo y Margarita Oramas González-Moro El Pico Picapinos de Tenerife cuenta con una población de unas 200 parejas, motivo por el cual se le ha asignado la categoría de Vulnerable. Probablemente, la principal razón para su regresión en el pasado fue el desarrollo de políticas forestales que ocasionaron una importante modificación y fragmentación de su hábitat, con la consiguiente disminución de lugares aptos para la nidificación. En la actualidad, tanto la población como su hábitat están protegidos legalmente y se observa una tendencia a la expansión. DISTRIBUCIÓN Es una subespecie endémica de Tenerife, donde muestra un carácter eminentemente forestal, estando ligada de manera casi exclusiva a los pinares más desarrollados de Pinus canariensis. Resulta localmente abundante en los montes de Arico, Granadilla, Vilaflor, Adeje, Guía de Isora, Garachico, Icod y La Guancha y es algo más escaso en los de El Tanque, San Juan de la Rambla y Los Realejos. Carrascal (1987) considera que esta especie está ausente de las repoblaciones de coníferas, si bien en la actualidad comienzan a observarse e incluso a nidificar en aquellas que han logrado mayor desarrollo. En los últimos años se han descubierto parejas en los montes de Candelaria (Hernández, 1989), La Victoria, Tacoronte, La Matanza, La Orotava y El Rosario. Su distribución no es continua pues evita formaciones boscosas muy densas y zonas repobladas poco desarrolladas. Delgado & Naranjo (2000) consideran desconcertante su ausencia en lugares donde cuentan con há- bitats adecuados como los altos de Güímar y la zona de Aguamansa-Pinoleris. POBLACIÓN Y TENDENCIAS En el pasado, a juzgar por los comentarios de Thanner (1905) y Bannerman (1912), debió ser moderadamente abundante. Martín (1987) lo encontró en el 12% de las cuadrículas de 5 5 km, estimando, aunque sin datos muy precisos, que la población es inferior a 100 pp. Según Delgado & Naranjo (2000), la población actual podría cifrarse en unas 175 pp., aunque quizás la cifra real ronde las 200. Los datos más recientes sobre su distribución señalan su presencia en 56 cuadrículas de 2,5 2,5 km (Delgado et al., 1999). Martín & Lorenzo (2001) consideran que, aparentemente, se encuentra en expansión. Tendencia previsible. Considerando el nivel de protección de la especie y su hábitat, y las directrices para la gestión de las masas forestales establecidas por la normativa vigente, si no media ningún hecho catastrófico, es previsible que, a medio plazo, se produzca un incremento del área de distribución y del tamaño poblacional. ECOLOGÍA Habita en pinares canarios preferiblemente maduros, si bien ha comenzado a colonizar con éxito algunos pinares de repoblación con cierto grado de desarrollo. Sus movimientos son poco conocidos. Su dieta es básicamente insectívora y la complementa con semillas de pinos y algunos frutos. Se ha comprobado su depredación sobre pollos de Parus caeruleus en nidales, así como el aprovechamiento ocasional de restos de alimentos en zonas recreativas. La puesta se realiza entre abril y mayo y consiste en 2-5 huevos, siendo 4-5 lo habitual. El periodo de incubación es de 10 días y los pollos permanecen en el nido durante 20-24 días. El éxito reproductor es de un 30-40% (Oramas & Moreno, 1991; Nogales et 302 MEDIDAS DE CONSERVACIÓN En la actualidad, el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias lo incluye en la categoría “De interés especial”. No se han adoptado medidas de conservación específicas, si bien la especie se beneficia de la protección de su hábitat. Su área de distribución está incluida en la Reserva Natural Integral de Inagua, en el Parque Natural de Tamadaba, en el Parque Natural de Pilancones y en el Parque Rural de El Nublo. La práctica totalidad de su área de distribución se encuentra en Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y cuenta con un Plan de Acción (González, 1999a), como especie del Anexo I de la Directiva de Aves “prioritaria para la financiación LIFE”. MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PROPUESTAS — Realizar un seguimiento de su distribución y situación poblacional, al menos cada 10 años. — Revisar su situación taxonómica. — Publicación del plan de manejo de la especie y cumplimiento de sus directrices. — Garantizar el cumplimiento de las directrices contenidas en los diferentes instrumentos de planeamiento de los espacios naturales, en cuanto a la conservación y mejora del hábitat.http://www.seo.org/media/fotos/Observacion_7701.jpg